Cuando Bernardo Verbitsky escribió "Villa Miseria también es América", en 1957, quizá no imaginó que su relato sería superado por una realidad cada vez más patética y mortal...
«En Villa Miseria se siente el miedo. Todos saben lo que pasó en Villa Basura: un incendio intencional del que ni los diarios hablaron. Se decide hacer guardia. Finalmente, la policía llega y detiene a setenta vecinos. Luego sabrán que esa detención (durante la cual nadie les da una explicación) es parte de un proceso que intenta desalojarlos.
»Hay albañiles, serenos, empleadas domésticas, enfermeros, mecánicos, obreras de la fábrica de tejidos, un peón de funeraria, gente que ha trajinado en las cosechas. Están en Buenos Aires pero se trata de un territorio habitado por muchos otros: la gente viene de Chaco, Paraguay, Bolivia, Salta, Santiago, Entre Ríos, Formosa, Rosario. Hay una comunidad que intenta sostenerse –y unirse, cuando puede– aunando lazos en un escenario que los ignora e intenta expulsarlos».
En Argentina, todos sabemos qué es una villa miseria, villa de emergencia... villa: una densa proliferación de viviendas precarias donde reina el hambre, la enfermedad, la incertidumbre, y nunca falta la muerte. Dicen que surge de la novela de Bernardo Verbitsky, donde se describen las condiciones de vida de los migrantes internos durante la Década Infame.
Pasaron los años, y en pleno siglo XXI, el neoliberalismo resiste en la ciudad más rica de la Argentina. El gobierno de los gerentes y dueños del poder gestiona desde 2007 (trece años de políticas antipopulares, maquillaje y mercadotecnia) con una impunidad sin precedentes. Todo el arco mediático multicolor lo apaña y protege a cambio de una millonaria pauta oficial. La Legislatura con mayoria oficialista se transformó en una escribanía ad oc y cumple los deseos del ejecutivo local.
No reglamentación de leyes de urbanización, subejecución de partidas, obras públicas fallidas, promesas incumplidas, «EL SEÑOR RODRÍGUEZ» hace todo lo posible para que los negritos, pobres y migrantes se vayan de los terrenos más caros y deseados a 5 minutos de Plaza de Mayo. Y les niega el agua desde hace meses.
• La construcción literaria: una ciudad dual
→ En su obra teatral de 1934 titulada La marcha del hambre, Elías Castelnuovo narró la convivencia entre inmigrantes europeos que habitaban las llamadas carpas, casas de chapa improvisadas, donde se mezclaban distintos dialectos con el español y el lunfardo. La obra describió cómo italianos, polacos y criollos organizaron una marcha para reclamar por pan y trabajo, con el Río de la Plata como trasfondo.
→ Enrique Amorim, escribió el cuento $1 en Villa Desocupación que fue publicado en la Revista Multicolor de los Sábados, suplemento literario dirigido por Jorge Luis Borges y Ulyses Petit de Murat, que se editaba semanalmente con el Diario Crítica...
El sueño húmedo de Rodríguez Larreta
Desde que aparecieron cerca del puerto y crecieron y se dispersaron, hubo intensiones de erradicarlas. Salvo el peronismo, todos los gobiernos usaron las topadoras y la represión. Hoy, el más interesado en que se vayan es el jefe de Gobierno porteño. Su inacción, su desidia y desprecio hacia la población vulnerable de las villas, demuestran sus intenciones privatizadoras del espacio urbano, y su planificación urbana estratégica devenida en virtual genocidio en cuotas.
«Desde el poder se probaron varias maneras, el caso testigo es el de la villa 31. Esa variante siniestra del planeamiento urbano fue la de la dictadura cívico-militar para erradicarla completamente, pero no pudieron. Estamos hablando de un “Caso testigo”, un barrio que resistió a una “Dictadura Genocida” con lucha y creatividad, en la que la figura del padre Carlos Mugica tuvo mucha influencia en esos logros. Si no no se explica la villa 31, una dimensión para tener en cuenta en cualquier explicación, y que acompaña ese espíritu, hasta hoy, con el barrio que lleva su nombre.
Tomamos entonces a la villa 31, y dentro de la misma, no sólo la referencia del Padre Mugica y su capilla, donde descansan sus restos, sino también la historia del barrio “Inmigrantes” en particular, a partir de una propuesta de diseño urbano que se presentó y trabajó en el barrio mismo, con sus vecinos y su conducción política representativa, en talleres de explicación del mismo, y que luego fue apoyado por diferentes referentes y técnicos. Luego, fue presentado al GCBA, y a fuerza de lucha y exigencia de los vecinos fue incluído en la delimitación y normativa urbanística de la última Ley 6.129, complementaria de la 3.343 para su materialización...» (Gustavo Cañaveral, arquitecto)
• «Emergencia sanitaria, habitacional y alimentaria ya», pidió el comité de crisis de la Villa 31
Representantes del Comité de Crisis del Barrio Padre Mugica (ex Villa 31) del barrio de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires, pidieron este lunes la declaración de la «emergencia sanitaria, habitacional y alimentaria ya» y una mesa de trabajo «seria y real» antes los casos de coronavirus que afectan a los vecinos.
Durante una conferencia de prensa, autoconvocados en la Parroquia Cristo Obrero, referentes de distintas organizaciones sociales y vecinos leyeron un comunicado...
• Barrio Carlos Mugica: La exclusión presente, solo cambió la excusa...
Dentro del barrio existen miles de personas que tenemos trabajo formal y hoy debido a la cantidad de contagiados de Covid-19 que tenemos dentro del barrio, hoy estamos señalados como peligro en nuestros trabajos, por ende en muchas empresas que ya reiniciaron sus tareas y a muchos de nosotros nos han dejado de lado exponiéndonos al peligro de perder nuestros puestos de trabajo y con ello el único sustento que podemos llevar a nuestras familias.
Por ello, solicitamos por este medio a las personas que integran distintas comisiones, a los referentes del barrio , la CGP, la Defensoría , al comité de crisis dentro del barrio, que no se olviden de nosotros, que exijan a la Secretaría de Integración Social y Urbana medidas más extremas:
+ Levanten esos manteros de la feria, ya que muchos duermen en el albergue donde días atrás se confirmaron 79 casos de Covid 19, los negocios alrededor de la feria es una vergüenza, son gente pudiente que tienen varios puestos.
+ Disminuir el tránsito de personas, capacitación de los comedores en manejo de viandas y distancia social de los beneficiarios.
+ Control sobre la venta de bebidas alcohólicas( si es posible).
+ Más presencia de las fuerzas de seguridad, control en la entrada y salida del barrio.
Son problemas que vienen desde hace rato, y nosotros siempre sufrimos ese estigma por vivir dentro de las villas. No solo tenemos que vivir en estas condiciones, sino que además hoy nos toca ser excluidos de nuestros trabajos pero esta vez bajo la excusa de contagiar Covid-19.
Por ello, necesitamos que pidan acciones a favor de los trabajadores que actualmente estamos muy perjudicados por esta situación y repito estamos en peligro de perder nuestros puestos de trabajo porque nadie quiere en su empresa a uno de la villa 31.
VECINOS ORGANIZADOS DE LA VILLA 31
• Tras su encuentro con Alberto Fernández, 'Nacho' Levy afirmó que la Ciudad no dice a Nación lo que ocurre en los barrios
"Conversamos con el Presidente de lo que decimos todos los días hace 2 meses. En la Villa 31 ya son 1086 y más de 1.600 en todos los barrios de capital. Lo que pasó en Capital tiene que servir de mirilla para que no suceda lo mismo en otros distritos".
• Frenan otro negociado de Larreta
20/05/2020
«En Villa Miseria se siente el miedo. Todos saben lo que pasó en Villa Basura: un incendio intencional del que ni los diarios hablaron. Se decide hacer guardia. Finalmente, la policía llega y detiene a setenta vecinos. Luego sabrán que esa detención (durante la cual nadie les da una explicación) es parte de un proceso que intenta desalojarlos.
»Hay albañiles, serenos, empleadas domésticas, enfermeros, mecánicos, obreras de la fábrica de tejidos, un peón de funeraria, gente que ha trajinado en las cosechas. Están en Buenos Aires pero se trata de un territorio habitado por muchos otros: la gente viene de Chaco, Paraguay, Bolivia, Salta, Santiago, Entre Ríos, Formosa, Rosario. Hay una comunidad que intenta sostenerse –y unirse, cuando puede– aunando lazos en un escenario que los ignora e intenta expulsarlos».
En Argentina, todos sabemos qué es una villa miseria, villa de emergencia... villa: una densa proliferación de viviendas precarias donde reina el hambre, la enfermedad, la incertidumbre, y nunca falta la muerte. Dicen que surge de la novela de Bernardo Verbitsky, donde se describen las condiciones de vida de los migrantes internos durante la Década Infame.
Pasaron los años, y en pleno siglo XXI, el neoliberalismo resiste en la ciudad más rica de la Argentina. El gobierno de los gerentes y dueños del poder gestiona desde 2007 (trece años de políticas antipopulares, maquillaje y mercadotecnia) con una impunidad sin precedentes. Todo el arco mediático multicolor lo apaña y protege a cambio de una millonaria pauta oficial. La Legislatura con mayoria oficialista se transformó en una escribanía ad oc y cumple los deseos del ejecutivo local.
No reglamentación de leyes de urbanización, subejecución de partidas, obras públicas fallidas, promesas incumplidas, «EL SEÑOR RODRÍGUEZ» hace todo lo posible para que los negritos, pobres y migrantes se vayan de los terrenos más caros y deseados a 5 minutos de Plaza de Mayo. Y les niega el agua desde hace meses.
• La construcción literaria: una ciudad dual
Hacia fines del siglo XIX tuvieron lugar devastadoras epidemias en el sur de Buenos Aires, que llevaron a las familias de la elite porteña a desplazarse hacia los barrios del norte, como Recoleta y Palermo Chico. Estas zonas quedaron, a partir de ese momento, asociadas a las familias tradicionales de grandes terratenientes e incrementaron radicalmente su valor en el mercado inmobiliario.
Los barrios del sur, simultáneamente, fueron adquiriendo una nueva identidad a medida que las antiguas mansiones se transformaban en conventillos (en Argentina se denomina así a las grandes viviendas subdivididas para ser alquiladas por habitación; esta modalidad de hábitat popular fue importante entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, coincidiendo con la inmigración masiva proveniente, en su mayor parte, del sur y el este de Europa), habitados por familias de inmigrantes con nuevas pautas culturales.
De esta forma, se fue consolidando una división urbana entre norte y sur, que atravesó también a una parte de la literatura porteña del primer tercio del siglo XX, cuando se consolidaron dos grupos de diferente extracción social e ideológica (si bien la distinción entre ambos grupos permite comprender algunos de los debates que cruzaban a las corrientes estéticas de la época, muchos de sus integrantes estaban vinculados a ambos grupos y matizaban las diferencias entre unos y otros).
Por un lado el Grupo de Florida, nucleado en torno a la revista Martín Fierro, estaba asociado a una función puramente estética del arte. Sus integrantes, entre los que se destacan Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo y Xul Solar, solían reunirse en ámbitos exclusivos del centro y norte de la ciudad, como el Café Tortoni o la Confitería Richmond.
Por otra parte, el Grupo de Boedo se reunía en un barrio periférico y popular, situado en la zona sur de Buenos Aires. Desde ámbitos como la Revista Claridad, los integrantes de este grupo defendían la función social del arte, denunciando la miseria en que vivían muchos de sus contemporáneos. En este último grupo se destacan las obras de Enrique Amorim y Elías Castelnuovo, dos escritores vinculados al Partido Comunista que describieron el asentamiento, conocido como Villa Desocupación, considerado actualmente la primera villa de la ciudad de Buenos Aires.
→ En su obra teatral de 1934 titulada La marcha del hambre, Elías Castelnuovo narró la convivencia entre inmigrantes europeos que habitaban las llamadas carpas, casas de chapa improvisadas, donde se mezclaban distintos dialectos con el español y el lunfardo. La obra describió cómo italianos, polacos y criollos organizaron una marcha para reclamar por pan y trabajo, con el Río de la Plata como trasfondo.
→ Enrique Amorim, escribió el cuento $1 en Villa Desocupación que fue publicado en la Revista Multicolor de los Sábados, suplemento literario dirigido por Jorge Luis Borges y Ulyses Petit de Murat, que se editaba semanalmente con el Diario Crítica...
El sueño húmedo de Rodríguez Larreta
Desde que aparecieron cerca del puerto y crecieron y se dispersaron, hubo intensiones de erradicarlas. Salvo el peronismo, todos los gobiernos usaron las topadoras y la represión. Hoy, el más interesado en que se vayan es el jefe de Gobierno porteño. Su inacción, su desidia y desprecio hacia la población vulnerable de las villas, demuestran sus intenciones privatizadoras del espacio urbano, y su planificación urbana estratégica devenida en virtual genocidio en cuotas.
«Desde el poder se probaron varias maneras, el caso testigo es el de la villa 31. Esa variante siniestra del planeamiento urbano fue la de la dictadura cívico-militar para erradicarla completamente, pero no pudieron. Estamos hablando de un “Caso testigo”, un barrio que resistió a una “Dictadura Genocida” con lucha y creatividad, en la que la figura del padre Carlos Mugica tuvo mucha influencia en esos logros. Si no no se explica la villa 31, una dimensión para tener en cuenta en cualquier explicación, y que acompaña ese espíritu, hasta hoy, con el barrio que lleva su nombre.
Tomamos entonces a la villa 31, y dentro de la misma, no sólo la referencia del Padre Mugica y su capilla, donde descansan sus restos, sino también la historia del barrio “Inmigrantes” en particular, a partir de una propuesta de diseño urbano que se presentó y trabajó en el barrio mismo, con sus vecinos y su conducción política representativa, en talleres de explicación del mismo, y que luego fue apoyado por diferentes referentes y técnicos. Luego, fue presentado al GCBA, y a fuerza de lucha y exigencia de los vecinos fue incluído en la delimitación y normativa urbanística de la última Ley 6.129, complementaria de la 3.343 para su materialización...» (Gustavo Cañaveral, arquitecto)
• «Emergencia sanitaria, habitacional y alimentaria ya», pidió el comité de crisis de la Villa 31
Representantes del Comité de Crisis del Barrio Padre Mugica (ex Villa 31) del barrio de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires, pidieron este lunes la declaración de la «emergencia sanitaria, habitacional y alimentaria ya» y una mesa de trabajo «seria y real» antes los casos de coronavirus que afectan a los vecinos.
Durante una conferencia de prensa, autoconvocados en la Parroquia Cristo Obrero, referentes de distintas organizaciones sociales y vecinos leyeron un comunicado...
• Barrio Carlos Mugica: La exclusión presente, solo cambió la excusa...
Dentro del barrio existen miles de personas que tenemos trabajo formal y hoy debido a la cantidad de contagiados de Covid-19 que tenemos dentro del barrio, hoy estamos señalados como peligro en nuestros trabajos, por ende en muchas empresas que ya reiniciaron sus tareas y a muchos de nosotros nos han dejado de lado exponiéndonos al peligro de perder nuestros puestos de trabajo y con ello el único sustento que podemos llevar a nuestras familias.
Por ello, solicitamos por este medio a las personas que integran distintas comisiones, a los referentes del barrio , la CGP, la Defensoría , al comité de crisis dentro del barrio, que no se olviden de nosotros, que exijan a la Secretaría de Integración Social y Urbana medidas más extremas:
+ Levanten esos manteros de la feria, ya que muchos duermen en el albergue donde días atrás se confirmaron 79 casos de Covid 19, los negocios alrededor de la feria es una vergüenza, son gente pudiente que tienen varios puestos.
+ Disminuir el tránsito de personas, capacitación de los comedores en manejo de viandas y distancia social de los beneficiarios.
+ Control sobre la venta de bebidas alcohólicas( si es posible).
+ Más presencia de las fuerzas de seguridad, control en la entrada y salida del barrio.
Son problemas que vienen desde hace rato, y nosotros siempre sufrimos ese estigma por vivir dentro de las villas. No solo tenemos que vivir en estas condiciones, sino que además hoy nos toca ser excluidos de nuestros trabajos pero esta vez bajo la excusa de contagiar Covid-19.
Por ello, necesitamos que pidan acciones a favor de los trabajadores que actualmente estamos muy perjudicados por esta situación y repito estamos en peligro de perder nuestros puestos de trabajo porque nadie quiere en su empresa a uno de la villa 31.
VECINOS ORGANIZADOS DE LA VILLA 31
• Tras su encuentro con Alberto Fernández, 'Nacho' Levy afirmó que la Ciudad no dice a Nación lo que ocurre en los barrios
"Conversamos con el Presidente de lo que decimos todos los días hace 2 meses. En la Villa 31 ya son 1086 y más de 1.600 en todos los barrios de capital. Lo que pasó en Capital tiene que servir de mirilla para que no suceda lo mismo en otros distritos".
• Frenan otro negociado de Larreta
20/05/2020
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