“Desarrollo”, “soberanía energética”, “progreso”, “gas no convencional”, todos términos que se vienen utilizando en los últimos años en torno a esta forma de extracción de petróleo. Contaminación, dependencia, destrucción del paisaje y tramas secretas son los riesgos de sostener la actual matriz energética a cualquier precio.
Este tipo de explotación de hidrocarburos es cuestionada por el enorme impacto ambiental, ya sea por el uso desmedido de agua potable para su funcionamiento, la aplicación de decenas de químicos altamente venenosos y la contaminación de las cuencas de agua subterráneas. Mientras los gobiernos invitan a las multinacionales a extraer cada gota de crudo, ¿a qué nos estamos enfrentando?