¡El mundo está fuera de quicio!
¡Oh suerte maldita!
¡Que haya nacido yo para ponerlo en orden!
(Hamlet, Acto I, Escena V)
- • Mucho se discute sobre el origen de la Pandemia de COVID-19.
- Aunque las teorías conspirativas resulten alarmantes, es muy probable que se acerquen a la verdad, ya que nadie ignora la actividad secreta de las grandes potencias manipulando virus y bacterias, desde hace mucho mucho tiempo.
- • También es cierto que hay causas concomitantes a la aparición de la pandemia, todas son socias del Capitalismo más cruel y rapaz de que se tenga memoria.
- • Elijan la que más les guste, o todas juntas: la mano negra de científicos al servicio multinacionales con fines genocidas (BAYER - MONSANTO por ejemplo), la deforestación indiscriminada, la contaminación asesina (GLIFOSATO por ejemplo), la depredación descontrolada, el envenenamiento criminal (MUERTE + MUERTE), las privatizaciones fraudulentas, la avaricia financiera internacional...
- • En suma, el abandono y destrucción del Estado para dejar tierra arrasada en manos del mercado (Las INUNDACIONES son NUESTRAS, las GANANCIAS son AJENAS), y así configurar la ruptura inescrupulosa de la armonía planetaria...
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El Verdadero Origen
El periodista Tomás Méndez habló el día después de presentar un informe que hizo en C5N, donde había afirmado que los responsables de haber creado adrede esta pandemia eran: un laboratorio chino y personas de Estados Unidos, Europa e Israel. Como fue acusado de ideas antisemitas (cualquier crítica a Israel es tildada de antisemita), pidió disculpas si alguien se sintió ofendido. Pero lo importante es el informe, pese a las quejas de los cínicos que intentan matar al mensajero...
En el programa ADN del día 1 de abril 2020, conducido por el periodista Tomás Méndez, pone a la luz el verdadero origen de este virus, creado en un laboratorio y financiado por eeuu, China y los multimillonarios de la élite.
Fuentes:
1- Informe de la RAI ITALIANA Programa TGR Leonardo, RAI, 16/11/2015 http://www.rai.it/dl/RaiTV/programmi/media/ContentItem-5e3275ba-475c-4cf4-b402-1e27dc47565b.html
2- The Economist informe anual 2018 sobre previsiones 2019
https://www.conclusion.com.ar/info-general/the-economist-publico-su-nueva-y-enigmatica-tapa-con-predicciones-para-el-2019/12/2018/
3- "Event 201" 2019: "A global pandemial exercise" en la OMS.
http://www.centerforhealthsecurity.org/event201/
4- Nature, 12/11/2015
https://www.nature.com/news/engineered-bat-virus-stirs-debate-over-risky-research-1.18787
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No le echen la culpa al murciélago
Silvia Ribeiro, investigadora nacida en Uruguay que vive en México hace más de tres décadas es la directora para América Latina del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (ETC), con estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas. La soberanía alimentaria y el impacto de los desarrollos biotecnológicos en la salud y el ambiente son algunos de los temas sobre los que investiga y que la llevaron a cuestionar, desde el inicio de la pandemia, la ausencia, no solo de la descripción de las causas sino también de las propuestas para modificarlas. En esta entrevista se refiere a este punto nodal, al sistema capitalista de producción y a lo que podemos avizorar, desde el aislamiento obligatorio, como futuro.
--Aunque llevamos meses hablando de este virus, vale la pena repreguntar: ¿Qué es el Covid -19?
-- Es una cepa -la que da origen a la declaración de pandemia actual- de la familia de los coronavirus, que provoca enfermedades respiratorias generalmente leves, pero que pueden ser graves para un porcentaje de los afectados, debido a su vulnerabilidad. Forma parte de una familia amplia de virus, que como todos muta muy rápidamente. Es el mismo tipo de virus que dio origen al síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en Asia, y al síndrome respiratorio agudo de Oriente Medio (MERS).
--¿De dónde proviene?
Si bien hay un consenso amplio, científico, que es de origen animal, y se le atribuye su origen a murciélagos, no está claro el lugar de donde proviene, porque la mutación de los virus es muy rápida, y hay muchos lugares en donde se podría haber originado. Con la intercomunicación que hay hoy en día a nivel global, se podría haber llevado de un lugar a otro muy rápidamente. Lo que sí se conoce es que empieza a ser una infección significativa en una ciudad en China. Sin embargo éste no es el origen, sino el lugar en dónde se manifiesta primero.
Rob Wallace, un biólogo que ha estudiado un siglo de pandemias durante 25 años, y que es también filo geógrafo, por lo que ha seguido el trayecto de las pandemias y los virus, dice que todos los virus infecciosos de las últimas décadas están muy relacionados a la cría industrial de animales. Nosotros -del grupo ETC y de GRAIN-, ya habíamos visto con el surgimiento de la gripe aviar en Asia, y de la gripe porcina (que luego le pusieron A H1N1 para que sea un nombre más aséptico), también del SARS, que está relacionado a la gripe aviar, que son virus que surgen en una situación en dónde hay una especie de fábrica de replicación y mutación de virus que es la cría industrial de animales. Es porque hay muchos animales que están juntos, hacinados. Esto se repite tanto en los pollos como en los cerdos, que no se pueden mover, y por lo tanto tienden a crear muchas enfermedades.
Hay cepas diferentes de virus, de bacterias, que se trasladan entre muchos individuos en un espacio reducido. Los animales son sometidos a aplicaciones regulares de pesticidas, para eliminar otra serie de cosas que hay dentro del propio criadero. También hay venenos en los alimentos -en general es maíz transgénico lo que se les da-. Todo está muy relacionado con el negocio de venta de transgénicos para forraje. Les dan una cantidad de antibióticos y antivirales, para prevenir las enfermedades, lo que va creando resistencias cada vez más fuertes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a las industrias de cría de animales, sobre todo de pollos, cerdos, pero también la piscícola y la de pavos, a que dejaran de aplicar tantos antibióticos, porque entre el 70 y el 80% de los antibióticos en el mundo, se usan en la cría industrial de animales. Como son animales que tienen un sistema inmunológico deprimido, están expuestos todo el tiempo a enfermedades, y además también les dan antivirales. Les suministran antibióticos no tanto para prevenir enfermedades, sino para que engorden más rápido. Estos centros industriales de cría, desde el feedlot hasta la cría de cerdos, de pollos, y de pavos, muy hacinados, crean una situación patológica de reproducción de virus y bacterias resistentes. Pero además, están en contacto con seres humanos que los sacan a las ciudades.
--¿Pero proviene o no de los murciélagos?
-- Hay gente que se pregunta: “si se dice que se encontró en un mercado y que proviene de murciélagos ¿cómo llega a los animales que están en cría? Lo que sucede es que los murciélagos, las civetas, y otros que se supone que han dado origen a varios virus -incluso una de las teorías es que el virus del SIDA proviene de una mutación de un virus que estaba presente en los simios-, los expanden debido a la destrucción de los hábitats naturales de esas especies, que se desplazan hacia otros lugares. Los animales silvestres pueden tener un reservorio de virus, que dentro de su propia especie están controlados, existen pero no están enfermando a los animales, pero de pronto se trasladan a un medio donde se vuelven una máquina de producir virus, porque se encuentran con muchas otras cepas y virus. Llegan a esos lugares desplazados de sus hábitats naturales. Eso tiene que ver sobre todo con la deforestación, que paradójicamente es también por la expansión de la frontera agrícola. La FAO reconoce que el 70% de la deforestación tiene que ver con la expansión de la frontera agropecuaria. Incluso la FAO dice que en países como Brasil, donde acabamos de ver todo lo que ha pasado con los incendios, por la deforestación para la ganadería, la causa de la deforestación es la expansión de la industria agropecuaria en más del 80%.
Son varios factores que se conjugan. Los animales que salen de sus hábitats naturales, sean murciélagos u otro tipo de animales, incluso pueden ser muchos tipos de mosquitos que se crean y se hacen resistentes por el uso de agrotóxicos. Todo el sistema de la agricultura industrial tóxica y química también crea otros virus que producen enfermedades. Hay una cantidad de vectores de enfermedades que llegan a sistemas de hacinamiento en las ciudades, sobre todo en las zonas marginales, de gente que ha sido desplazada y no tiene condiciones de vivienda y de higiene adecuadas. Se crea un círculo vicioso de la circulación entre los virus.
--¿Qué opinás sobre los modos en que se está enfrentando la pandemia en el mundo?
-- Nada de lo que está pasando en este momento está previniendo la próxima pandemia. Lo que se discute es cómo enfrentar esta pandemia en particular, hasta que ojalá en algún momento el propio virus encuentre un tope, porque hay una resistencia adquirida en una cantidad importante de población. Entonces éste virus en particular puede desaparecer, como desapareció el SARS y el MERS. Ya no va a afectar, pero van a aparecer otros, o el mismo Covid 19 se va a transformar en el Covid 20 o el Covid 21, por otra mutación, porque todas las condiciones se mantienen iguales. Es un mecanismo perverso. Se tendría que poner en discusión el sistema alimentario agroindustrial, desde la forma de cultivo, hasta la forma de procesamiento. Todo este círculo vicioso que no se está considerando, hace que se esté preparando otra pandemia.
-- ¿Es posible ubicar a los responsables de esta pandemia?
-- Es el típico mecanismo del sistema capitalista, que crea enormes problemas que van desde el cambio climático hasta la contaminación de las aguas, de los mares, la crisis enorme de salud que hay en los países por la mala alimentación, pero también por los tóxicos a los que está expuesta, que producen una crisis de salud en los humanos. Por supuesto el sistema capitalista no lo va a revisar, porque para eso tendría que afectar los intereses de las empresas transnacionales que son las que acumulan, las que concentran tanto desde la cría industrial de animales, como los monocultivos, como incluso las empresas forestales y la deforestación hecha en forma comercial. En cada uno de los escalones de la cadena del sistema agroalimentario industrial, vamos a encontrar a unas cuantas empresas. Estamos hablando de tres, cuatro, cinco, que dominan la mayor parte de ese rubro, como pasa con los transgénicos que son Bayer, Monsanto, Singenta, Basf, y Corteva. Lo mismo pasa con las que producen forraje para los animales. Por ejemplo Cargill, Bunge, ADM. Todas tienen intereses en la cría industrial de animales, porque son su principal cliente. Muchas veces son copropietarias de estas fábricas de virus.
Además de cuestionar las causas,… habría que cambiarlas. Y cambiarlas cuestiona las bases mismas del sistema capitalista. Es necesario cuestionar los sistemas de producción, sobre todo el sistema agroalimentario en forma inmediata. Pero también está relacionado con muchas cosas. Por ejemplo: ¿a quién afecta más en este momento la pandemia? A la gente más vulnerable: a quienes no tienen casa, a quienes no tienen agua. Son los mismos desplazados por ese sistema, y porque no pueden acceder a sistemas de salud.
--¿Cómo es la respuesta desde los sistemas de salud?
-- En estas décadas de neoliberalismo no se ha atendido a la necesidad de sistemas de atención primaria de la salud, que es lo fundamental; pero tampoco hay sistemas de salud como para atender ahora a toda la gente que se está enfermando en muchos países. Los países donde ha habido menos muertos en relación a la población, son países que tenían sistemas de salud relativamente capaces de atender a su población. Los que los han desmantelado, han quedado peor frente a la pandemia. El sistema es injusto no solamente desde la producción. Es injusto desde el consumo, porque no todos pueden consumir lo mismo. Es injusto en los impactos que provoca en la gente más afectada, que es la más vulnerable. En algunos será por la edad, pero en muchos otros es por enfermedades causadas por el propio sistema agroalimentario industrial, como por ejemplo la diabetes, la obesidad, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, todos los cánceres del sistema digestivo. Todo eso está relacionado con el mismo sistema que produce los virus. En medio de eso, vienen los sistemas de “salvataje” de los gobiernos, y en todos los países del mundo, por más que digan que primero van a atender a los pobres, aunque pueda haber esa intención –en otros ni siquiera la hay como en Estados Unidos- en realidad lo que tratan de salvar es a las empresas, porque dicen que son los motores de la economía. Entonces, se vuelve a repetir el mismo esquema. Se vuelve a salvar a las empresas que crearon el problema.
--¿Y cuál es el lugar de las industrias farmacológicas frente a la pandemia?
Ni siquiera frente a la pandemia se habla de las causas, sino que se buscan nuevos negocios, por ejemplo, con la vacuna. Todo el negocio de las vacunas que está habiendo en estos momentos, a ver quién llega primero, quién la patenta. Las farmacéuticas están buscando el negocio. También es un negocio para todas las empresas de informática, con las comunicaciones virtuales. Justamente antes de la pandemia, las famosas empresas GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft), ya eran las empresas más valorizadas a nivel de valor de mercado de sus acciones. Y son las empresas que están haciendo ganancias enormes, porque ha habido una sustitución de la comunicación directa, aún más, a la comunicación virtual. Los proyectos de salvataje de la economía van a apoyar a este tipo de empresas, a las farmacéuticas que van a monopolizar las vacunas, a las empresas de la agricultura industrial que producen estos virus. Es como una repetición permanente de este tipo de sistema capitalista injusto, clasista, que afecta mucho más a quienes ya de por sí estaban mal.
Hay que decir también que el 72% de causas de muerte en el mundo es por enfermedades no transmisibles: diabetes, enfermedades cardiovasculares, cánceres, hipertensión. Son enfermedades respiratorias pero no por contagio infeccioso sino por contaminación en las ciudades, con el transporte. Todo lo que se está haciendo ahora respecto al coronavirus, es porque da la ilusión en el sistema capitalista, que se puede atacar. Que si hay una pandemia es un problema tecnológico, y la respuesta es crear situaciones reguladas en cada país, que es una resolución de tipo tecnológica.
-- Pero ¿hay otra posibilidad de enfrentar esta crisis que no sea la del aislamiento social?
-- Quiero aclarar que yo estoy de acuerdo en que se tomen las medidas de distanciamiento físico, no social, pero eso debería ser acompañado con medidas que puedan apoyar a quienes no tienen condiciones de hacerlo por su vulnerabilidad. El hecho de seleccionar una enfermedad en particular como en este caso es una enfermedad infecciosa, para desatar toda la batería de lo que sería un ataque global a la situación de pandemia, por un lado no cuestiona las causas, pero por otro lado instala una serie de medidas represivas incluso, muy autoritarias, desde arriba, de decir a la gente: “Haga esto, haga lo otro, porque nosotros sabemos lo que usted tiene que hacer y lo que no”. Todo eso está relacionado con no ver el fondo del problema, las causas, y al mismo tiempo, decir que los únicos que pueden manejar la situación en la que vivimos hoy globalmente, es desde arriba, desde gobiernos, empresas, que son los que nos darían la solución y por lo tanto deberíamos aceptar todas las condiciones que nos imponen. Ante esto creo que es fundamental rescatar y fortalecer las respuestas colectivas y desde abajo.
-- ¿Por ejemplo?
Por un lado, necesitamos entender que hay un sistema alimentario que es el que llega al 70% de la población mundial. Hay trabajos muy serios de investigación de ETC y de GRAIN que muestran que el 70% de la población mundial se mantiene por la producción en pequeña escala de campesinos, pequeños agricultores, también huertas urbanas, y otras formas de intercambio y recolección de comida que son pequeñas, descentralizadas, locales. Esto es lo que le da de comer a la mayor parte de la humanidad. Y no solo es comida más sana, sino es la que llega a la mayor parte de la gente. Habría que fortalecer y apoyar estas alternativas. Es como un paradigma para pensar soluciones desde abajo, descentralizadas, colectivas, de solidaridad, para ver cómo cuidarnos, frente a una amenaza que nos puede infectar, pero cuidarnos también entre nosotros, y seguir trabajando en la creación de culturas completamente cuestionadoras y contrarias al sistema capitalista, porque es lo que está enfermando a toda la humanidad, a la naturaleza, a los ecosistemas y al planeta.
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O MUERE EL CAPITALISMO SALVAJE,
O MUERE LA CIVILIZACION HUMANA
Traducido por Desmond Brown.
Empezaré aclarando que no soy comunista; los reaccionarios, ultraconservadores le tienen mucho terror a estos títulos; y casi siempre ante la falta de argumentos sólidos, terminan repitiendo y adjudicándonos calificativos que sólo han escuchado, pero que en la mayoría de los casos desconocen su significado. Soy un Demócrata con ideas Republicanas.
Todo el mundo habla del libro “La riqueza de las naciones” de Adam Smith, el escosés que logró articular con sus ideas los pilares de la Economía Moderna que le dio paso al Capitalismo Moderno; sin embargo muy pocos hablan sobre el otro libro del mismo autor, “Teoría de los sentimientos morales”; que hace una crítica muy puntual a la conducta de la avaricia humana.
Conociendo ya la historia desde la Secundaria, vemos que el prólogo de la misma, tuvo su origen cuando el feudalismo fue sustituido por este nuevo modelo económico.
La configuración Social, de la “Teoría de los sentimientos morales”; y “la armonía del mercado” de las riquezas de las naciones son en sí una dicotomía que se concatena con la sociedad; esto sin olvidar la famosa “mano invisible” que mueve ese mercado.
El 20 de enero del año 2009, Barack Obama es juramentado Presidente número 44 de Estados Unidos; recuerdo muy bien su discurso.
Obama recibía un país en bancarrota, epicentro de una gran recesión mundial; he aquí un pequeño fragmento de su gran discurso:
“Pero esta crisis nos ha recordado que, sin un ojo atento, el mercado puede salirse de control; y que un país no puede prosperar durante mucho tiempo cuando sólo favorece a los que ya son prósperos”.
Más que un discurso, fue una gran reflexión; el mercado había quedado a las anchas de los hombres que no tienen sentimientos morales, ni empatía por la Humanidad; el mundo entero fue estremecido por el flagelo de la avaricia humana; y la economía mundial cayó de rodillas ante una dura recesión.
La obsesión del oro negro, llevó a George W. Bush a invadir y a atacar medio oriente, la zona donde se encuentran las mayores reservas de petróleo; el mundo jamás olvida la causa barata por la que justificaron la invasión a Irak; aseguraban que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva; la ONU, de forma deliberada avaló la invasión. Sin embargo, en el 2010, Julian Assange, fundador de Wiki Leaks, reveló la verdad de lo sucedido y dejo al desnudo la colosal mentira tarifada que los medios de comunicación le habían contado y hecho creer al mundo; en los archivos que se filtraron, registraba la muerte de más de 100 mil personas, de los cuales el 70% eran civiles. Jamás olvidaré las palabras de Assange: “La primera víctima de la guerra es la verdad”.
Ese 22 de octubre de 2010, se caía ante el mundo la muralla de la mentira tarifada.
En los últimos 200 años, nos hemos consumido la energía fósil concentrada de nuestro planeta desde sus orígenes. La danza del capitalismo salvaje va dejando por su paso, la destrucción acelerada de los recursos naturales del planeta; la explotación inhumana del hombre; y la manipulación de la mente humana para que éste de forma sistemática se convirtiera en un rehén de las sociedades de consumo, que sin darse cuenta se convierta en el arma de su propia autodestrucción.
La nueva pandemia ha quitado el velo ilusionista y el maquillaje hipócrita de la Civilización; la Italia de Rómulo y Remo, de los Cesares, de Marco Polo, de Leonardo Da Vinci, de Galileo Galilei, de Luciano Pavarotti, de Benito Mussolini, de Silvio Berlusconi, de Andrea Bocceli, de Roberto Baggio, de Paolo Maldini, de Gennaro Gattuso; la Italia que pagó el fichaje más caro de su historia por el portugués Cristiano Ronaldo, 122 millones de euros; sí, esa misma Italia que tuvo que desconectar la respiración artificial de sus ancianos para luego verlos morir; y que no pudo responder de la misma forma como cuando organizaron el mundial de Italia 90; porque su sistema de salud expiró en los brazos del capital privado, haciendo de la salud una mercancía; lo mismo está sucediendo con España, un país que presume de una monarquía que se ha convertido en un adorno costoso para un país que no tiene camas para atender a sus pacientes.
La pandemia ya llegó a la gran nación del Norte; pero en los 100 primeros días de Gobierno, el Presidente número 45 de Estados Unidos, Donald J. Trump, destruyó el sistema de salud que había dejado su antecesor. Las consecuencias ya se están sintiendo; los arrebatos de un líder que anda por el vecindario de la aldea global, ufanándose de su “hegemonía o supremacía”; así como se llama el libro de Noam Chomsky, están llevando a la gran nación del Norte, como lo expreso hace unos días el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman: “A que su Democracia y Economía estén amenazadas por un segundo periodo presidencial de Trump en la Casa Blanca”. La crisis del coronavirus ha puesto en aprietos a Trump, ya que el haber minimizado esta pandemia le está pasando una factura en la economía, porque la bolsa de valores se ha desplomado en estas dos últimas semanas; y existe un alto riesgo que la factura se extienda hasta el mes de noviembre, en las elecciones.
La pandemia quitó el antifaz del modelo económico de las naciones más poderosas del Planeta (Estados Unidos y China); y en el caso de Italia y España; ambos países miembros de la OTAN, que manejan un presupuesto de casi 2 mil millones de dólares, se vieron como los más pobres del barrio, que fingían ser ricos, pero no tenían ni donde caerse muertos.
La realidad ha quitado el efecto de la anestesia del capitalismo salvaje; y ha tirado sus cartas sobre la mesa. Ha llegado la hora de replantear y de humanizar este modelo económico y hacernos el siguiente planteamiento: ¡O muere el Capitalismo Salvaje, o muere la Civilización Humana!
Como decía Albert Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando obtener resultados diferentes”. No podemos seguir viviendo en un planeta donde más del 80% de la riqueza, está concentrada en un 1% de la población. Me resisto a defender con mi silencio un indefendible y despiadado statu quo que concentra la riqueza de nuestros recursos naturales y medios de producción en pocas manos, capaces de derramar sangre inocente por mantener intacto ese statu quo. Yo no puedo defender este statu quo que privatiza el agua, la salud, la educación, el viento, el sol; Derechos Humanos Universales que se han convertido en mercancías, que se encuentran sólo al alcance de una minoría rapaz, voraz e insaciable, mientras las grandes mayorías invisibles sólo son visibles en los procesos electorales, disfrazados de Democracia.
Una gran realidad de todo lo que pasa a nivel mundial que nos quieren tener controlados a los más vulnerables del planeta tierra porque la avaricia y la ambición y ansias de poder los tiene enfermos.
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«Con el DENGUE no se tomaron medidas para aplanar la curva»
En dos semanas se duplicaron los casos de dengue en CABA y ya van 1.833 en lo que va del año. Apenas tres barrios concentran el 53% de los contagios confirmados.
"Aumentó el número de casos, se propagó y dejó de estar circunscripto solamente a algunos barrios precarios", explica la doctora Alcira Ferreres.
Avanza la cuarentena y, entre los resquicios que deja la pandemia del coronavirus en las agendas mediáticas, surge un murmullo más silencioso y autóctono pero en crecimiento constante: en las últimas dos semanas se duplicaron la cantidad de casos de dengue en la Ciudad de Buenos Aires y ya llegan a 1.833 los casos confirmados, hasta el 28/3/2020.
El Gobierno de la Ciudad presentó el 27/3 su boletín epidemiológico semanal, que dio cuenta de la preocupante situación en torno a la enfermedad. Si bien el pico de contagios se registró la semana pasada con 539 confirmaciones, los infectados son cada vez más.
«Con los casos de dengue no se tomaron las medidas en tiempo y forma para detener, aplanar y abortar la curva de contagios. Si no comparen cómo se maneja la epidemia del coronavirus, con protocolos de bloqueo a nivel internacional», señala Alcira Ferreres, médica y exjefa de Promoción de la Salud y Epidemiología del Hospital Penna. «La curva sigue ascendiendo por más que la velocidad de contagio disminuyó. Aparte de aumentar el número de casos, se propagó y dejó de estar circunscripto solamente a algunos barrios precarios».
Para quien le quede alguna duda de la relación que existe entre clase social, ubicación geográfica y posibilidad de contagio del dengue, basta con ver las estadísticas disgregadas por comuna: sólo en las Comunas 4, 7 y 8 se concentran casi 1.100 de los 1.833 casos confirmados. En la Comuna 2, la más rica de la ciudad, apenas se registran 5. De hecho, solamente tres barrios porteños concentran el 53% de los casos confirmados de dengue en el distrito: Flores (21%), Villa Lugano (16%) y Barracas (16%).
«Muchos barrios tienen mala provisión de agua de red, por lo que los vecinos se ven obligados a realizar instalaciones precarias: tienen mala presión durante el día, recolectan agua por la noche en baldes y este sistema favorece la replicación del mosquito», explica Ferreres. «Hay otros factores que inciden, no es sólo dar vuelta el recipiente o sacar el potus», aclara.
«El desorden ambiental, los pasadizos chicos que no permiten entrar un camión recolector, una ambulancia o retirar con facilidad residuos favorecen que el mosquito se propague y reproduzca», resalta la especialista. La divisoria entre una un norte rico, sano y pudiente, y un sur olvidado y vulnerable no es sólo una hipótesis sino que tiene su correlato en números concretos. Los casos de dengue son solamente una evidencia más de una metrópolis donde existe una diferencia de 4 a 6 años en la expectativa de vida, según el barrio donde se habite.
En la primer semana del año, la Ciudad de Buenos Aires registraba apenas 25 casos de dengue. Tres meses después, la cifra se multiplicó por 70. «Todos los ministerios tienen un epidemiólogo, el experto que se ocupa de la salud colectiva, y la tarea de un epidemiólogo es anticipar.
Lamentablemente, el Gobierno de la Ciudad no ha cumplido con las medidas en materia de dengue», concluye Ferreres, quien destaca que también le llamó la atención la falta de respuesta de organizaciones políticas y sociales. «Tenemos que pensar con las organizaciones sociales cuáles son los determinantes de la salud, la enfermedad y la muerte en los barrios».
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Lo que confirmó y nos quebró el coronavirus
La pandemia nos obligó a una nueva realidad, confirmó y aceleró tendencias y precipicios. El volumen aplastante de noticias diarias toca desde las subjetividades, hasta la geopolítica. Todo se mueve -salvo el encierro para quienes podemos mantenerlo- y en ese movimiento se perciben los bordes de los cambios que avanzan a una velocidad desconocida para nuestra generación.
Vivimos una experiencia que afecta a miles de millones de personas. Dentro de esa globalidad existe, a su vez, una forma situada de atravesar esta pandemia: una ventana sobre Guayaquil con cadáveres en las calles, el silencio en Bérgamo, un comedor popular en Constitución, un departamento ante Nueva York detenida, un duelo a la distancia, o frente a esta computadora en Caracas...
... La propuesta de la salud privatizada, el achicamiento del Estado, o la resolución a través de las bondades del mercado, evidencian su incapacidad de construir respuestas ante la crisis. Son, de hecho, parte del problema, como queda de manifiesto con el impacto de los recortes en salud pública en Europa o la inviabilidad del modelo norteamericano.
Aparece así, para amplios sectores, la necesidad de Estados fuertes, sistemas de salud pública, la posibilidad de nacionalizar sectores estratégicos, la intervención en el orden desigual de las cosas para equilibrar entre las minorías que acaparan cuentas y propiedades millonarias, y las mayorías trabajadoras, de clases medias, populares.
Otra pieza es la geopolítica. La configuración de una multipolaridad en disputa se aceleró. Estados Unidos, con una crisis severa de pandemia, no logra liderar una respuesta internacional. Se trata de un golpe fáctico, de imaginarios y mitologías, con imágenes que podrían haber parecido impensables tiempo atrás, como la llegada de un avión militar ruso a Nueva York.
Esa ausencia norteamericana -que propone prohibir la exportación de suministros médicos- tiene su contraparte en la confirmación del papel tomado por China, que desplegó cooperaciones con diferentes países, independientemente de la orientación ideológica de los gobiernos. Ayuda a Italia, España, EEUU o Venezuela, con médicos y medicinas, al igual que Rusia y Cuba...
... En ese movimiento de cimientos geopolíticos aparece la desintegración latinoamericana, sin herramientas para desarrollar políticas comunes. La Organización de Estados Americanos, con su rol en el golpe de Estado en Bolivia y su respaldo a gobiernos de derecha post represiones -como en Chile y Ecuador- ha demostrado lo que se sabía: no sirve intereses continentales sino norteamericanos.
¿Cuál es el lugar de América Latina en este nuevo ordenamiento? Los pilares de la derecha, modelo neoliberal y alineamiento irrestricto a EEUU, no tienen respuesta para proyectos nacionales, continentales, de mayorías.
Por último, envolviendo todas las piezas, se encuentra la crisis económica que el coronavirus catalizó, se agrava a medida que no aparecen señales certeras sobre el fin de la pandemia y las cuarentenas.
Dentro de esa crisis se encuentra el desplome petrolero que combina la caída de demanda, la sobreproducción -y limitaciones en la capacidad de almacenamiento-, y la misma disputa geopolítica, esta vez en el triángulo Rusia, Arabia Saudita y EEUU. Quien más pierde, por el momento, es norteamerica, las empresas de esquistos por el alto precio de producción y la posibilidad de retroceder en los avances energéticos estratégicos...
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La pandemia y el fin de una era
... Simpatizo mucho con la obra y la persona de Slavoj Zizek pero esto no me alcanza para otorgarle la razón cuando, en la estupenda nota de María Daniela Yaccar, en Página 12, del 29 de marzo (La filosofía y el coronavirus, un nuevo fantasma que recorre el mundo) sentencia que la pandemia le propinó “un golpe a lo Kill Bill al sistema capitalista” luego de lo cual, siguiendo la metáfora cinematográfica, éste debería caer muerto a los 5 segundos.
No ha ocurrido y no ocurrirá porque, como lo recordara Lenin en más de una ocasión, “el capitalismo no caerá si no existen las fuerzas sociales y políticas que lo hagan caer.”
El capitalismo sobrevivió a la pandemia de la mal llamada “gripe española”, que ahora sabemos vio la luz en la base militar Fort Riley (Kansas) , y que según los imprecisos cálculos de su letalidad, exterminó entre 20, 50 y 100 millones de personas. Resistió también al derrumbe global producido por la Gran Depresión, demostrando una inusual resiliencia para procesar las crisis e inclusive salir fortalecido de ellas.
Pensar que en ausencia de aquellas fuerzas sociales y políticas anticapitalistas ahora se producirá el tan anhelado deceso de un sistema inmoral, injusto y predatorio, enemigo mortal de la humanidad y la naturaleza, es más una expresión de deseos que producto de un análisis concreto. Zizek confía en que para salvarse la humanidad tendrá que recurrir a “alguna forma de comunismo reinventado”. Es posible y deseable, sin dudas. Dependerá de si “los de abajo no quieren y los de arriba no pueden seguir viviendo como antes”, cosa que por ahora no sabemos. Pero la coyuntura presenta otro posible desenlace: “la barbarie”. O sea, la reafirmación de la dominación del capital recurriendo a las formas más brutales de explotación económica, coerción político-estatal y manipulación de conciencias y corazones a través de su hasta ahora intacta dictadura mediática y de la eficacia de su imperio de vigilancia global ...
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DATOS FRENTE AL ALTERADO ESCENARIO MUNDIAL
Es inevitable mas allá de lo afectivo, verificar via estadística, cómo el bajo número de muertes nos remite a las palabras del Dr. Goldschmidt, cuando señalaba: “... primero para declarar epidemia o pandemia hay que hablar de PICO (es decir un nivel de casos mucho mayor que años anteriores) respecto de una linea de base… en este escenario la la OMS declara pandemia generando estado de pánico”.
"Ejemplo, el año anterior hubo corona virus, ¿se midió?, NO, no se sabe cuánta gente tuvo coronavirus o neumonía por corona, pero no se buscaba, ¿y si hubo?, pero éste año un laboratorio chino, vía biologia molecular , descubrió un virus que si se amplifica es un coronavirus".
"El corona es un virus que produce resfrío, gripe, neumonía, pero ¿existía el año pasado? ¿cómo se les ocurre que este año existe o bien viene de antes? ¿por qué el clima injustificado de pánico a nivel planetario en la prensa? ¿y peritos? El abuso de parte de los especialistas, y los políticos, que lo amplifican". Para afirmar luego: "La mortalidad no es superior al año pasado".
De nuestra parte, tenemos en cuenta la gravísima situación que vive la economia y finanzas del mundo, reflejadas en el accionar de las bolsas a nivel mundial:
• El 9.3.20, los titulares indican: Lunes negro de los precios del petróleo
• El ll.3.20, la OMS declara el brote del coronavirus pandemia global
Dinámica de los hechos
Si la crisis mundial se desató el día en que el petróleo batió récords a la baja, es probable que la epidemia haya sido un formidable velo para ocultar la situación.
Esto permite tratar de ver desde dos puntos la crisis, si es por el petróleo/gas:
Muestra a un EE.UU. sin alternativas, su intención de proveer de gas a Europa via sus buques gasíferos, se encuentra con la cerrada oposición de Rusia, que ya invirtió muchos recursos en el segundo conducto a Europa desde sus propias fuentes. Ahí se esfuma la posibilidad de EE.UU., y la partida la gana Putin.
EE.UU. manifiesta entonces que comprará todo el petróleo que pueda ofrecer Arabia Saudita, para llenar sus reservas estratégicas, ¿Cómo, no las tenían llenas?, por un lado u otro, su debilidad queda expuesta, lo hace saber la caída económica, financiera, reflejada en las bolsas del mundo.
A valores de extracción de 3 el barril para los árabes, Rusia responde con 10 por barril, pero EE.UU. levanta la cifra a un despropósito de 47 por barril, la mayor parte via SHALE, que resulta carísimo, entre nosotros tiene un efecto explosivo, Vaca Muerta, muere.
Todo esto encuentra bien posicionada a Rusia, el petróleo por un lado y muy buenas reservas de oro, una dirección centralizada y muy fuerte disposición a enfrentar a EE.UU., en Siria y Venezuela.
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