viernes, 27 de noviembre de 2020

HOY SOMOS MENOS

 

La casa de Diego. Azamor 523, Villa Fiorito, Lomas de Zamora.

Somos menos porque se fue aquel que era del pueblo, al que de su pertenencia al pueblo, hizo una épica, en sus alegrías, expectativas, tristezas.

Se fue el que nació en un barrio privado, ese que permanece, “privado de agua, de gas, de luz, de teléfono”, ese Fiorito, tan ligado a los que luchamos por el Riachuelo.

 

 Se fue: MARADONA DEL PUEBLO

Sus imágenes producían en las clases dominantes un escozor permanente

Cuando no era Fidel Castro, se trataba de Chavez, o Maduro, o bien sus tatuajes inaceptables, esos del Che Guevara, Fidel, en sus brazos.

O sus declaraciones que nunca bajaron un punto en la defensa de sus convicciones en la defensa de los intereses populares, así estuviese delante de un “Rey” o un “Papa”

Movió al odio de los poderosos del mundo, tanto que no dudaron en marginarlo de un mundial, moviendo al grotesco de una “enfermera” que lo retiraba del brazo para demostrar que estaba drogado, droga que después fue un aceptable “antigripal”, nada pudieron, no pudieron detenerlo

Tuvo el humor de pueblo ese que quema:… “se le escapó la tortuga”…

O aquel inolvidable: “la pelota no se mancha.”

Que hablen los que más saben:

 

 

 

 

Poucas vezes vi um jogador de futebol parar de jogar e não parar. Maradona continuou jogando. Ele continuava jogando em pensamento, em suas opiniões políticas, em suas críticas. Continuou jogando pelo povo pobre no mundo inteiro.

 

 

 

El agradecimiento al que le permitió recuperarse cuando aquí le negaban hasta atención médica?,

Ese que en imagen llevó junto a la de Che sobre su cuerpo.

Ese que se gano el afecto de todo el pueblo Cubano y aquella carta de Fidel que le informaba ¡¡¡ que no había muerto ¡¡¡ y que Diego al recibirla comento: es como tener la copa del mundo en casa.

 



¿Entendió desde la Primaria, lo acertado de las palabras de Juan Manuel Belgrano, sobre el Rey Inca, por sobre lo Europeo?

 

 

 

 

 

 

 

 



 Napoles, la Ciudad que lo recibió como a un hijo idolatrado, a la que tanto amo.

 

 

 

 

 

 


 
Entre los escombros de la guerra en Siria, un conocido muralista sirio rindió homenaje a Diego Maradona sobre las paredes destruidas por los bombardeos. Una despedida simbólica en una región que lo amaba por tantas alegrías.

 

 

¿Cuánto pesa la copa del mundial de fútbol?

 

 ¿Y HOY?

 

Cuando se terminan los partidismos y llegan los verdaderos afectos, esos por encima de toda banderias.


Se fue con sus convicciones intactas esas que marcan que hay un solo corazón:

EL DEL AMOR AL PUEBLO

 TODO ESO Y MUCHO, MUCHO MÁS, ES DIEGO ARMANDO MARADONA

  Adolfo Rossi 
 arquitecto

 


Diego Maradona, el amor del pueblo y el funeral

Después de la tristeza que no cesa y de las cataratas de lágrimas vertidas a lo largo y ancho del país por la desaparición física de Maradona, no es necesario aclarar que “El 10” no fue para el pueblo solo un gran jugador de fútbol.

La mitología griega recurría a las figuras del héroe o del semidiós para explicar los fenómenos sociales de amor e idealización hacia una persona; el psicoanálisis aporta un concepto: el ideal.

El ideal es una instancia simbólica que puede ser singular o compartida; cuando se colectiviza se convierte en un condensador de infinitas razones, pasiones, afectos que se articulan y construyen un amor político. El ideal social, figura política y amada, consiste en la encarnación humana de una potencia plebeya tejida desde abajo que se rebela contra el poder.

A diferencia del ídolo famoso, construido desde la élite por los aparatos del marketing, el ideal deviene famoso. Muy pocos son capaces de ganarse el corazón de todo el pueblo. En ese sentido Maradona, en tanto ideal, es un nombre que representa al pueblo.

El sujeto, por su vulnerabilidad radical, tiene necesidad de amparo. Desde una posición de indefensión y una religiosidad laica, el sujeto demanda al ideal, a veces sin saberlo, protección y seguridad. El ideal posibilita identificaciones, unifica a una multitud heterogénea permitiendo autoestima y pertenencia. 

Ocupa el lugar de ideal quien pone el cuerpo, el alma y “se la juega” por lo común elevando lo social a la dignidad del “nosotrxs”, el  pueblo, aunque más no sea por un instante. Por ejemplo, después de los duros años del Proceso y la demencial guerra de Malvinas, el amor al país era difícil de ser concebido. “La mano de Dios” le permitió a una golpeada y herida sociedad  saltar de alegría venciendo a los ingleses.

La muerte de un objeto amado deja un agujero irremediable y se pierde, también, una parte de uno mismo. De ahí que la realización del duelo constituye un trabajo imprescindible que incluye algún ritual: el velatorio, el funeral, el entierro, tirar las cenizas en determinado lugar, etc. Todos esos rituales cumplen una función catártica, aportan un soporte y un escenario que permite comenzar a elaborar el duelo. Cuando muere un ideal colectivo es necesario transitar el agujero de la pérdida junto a los otros con los que se comparte el dolor. La ausencia de despedida agrega sufrimiento y el dolor no cesa.

El 26 de noviembre el país lloraba, el pueblo maradoniano precisaba acercarse al funeral planteado en la Casa Rosada, compartir con otrxs el dolor y despedirse. Miles y miles se iban sumando a la interminable fila, hasta que se produjeron desmanes que, con eficiencia organizativa, hubiesen resultado manejables. Larreta habló de riesgo y mandó a la Policía a reprimir cuerpos, afectos y desalojar la Plaza impidiéndole al pueblo su derecho a ejercer el ritual funerario. ¿Cuál es el riesgo para Larreta?

El poder tiene horror a lo popular y a sus ideales, ignorante para captar la sensibilidad plebeya, se asusta, y la interpreta como exceso peligroso, violento fanatismo fundamentalista. El poder no entiende nada del amor del pueblo; en el funeral de Diego, Larreta y su policía atentaron contra el amor del pueblo e impidieron la despedida.

¿Cómo se hace para vivir si “El 10” o “Dios” ha muerto? El pueblo desamparado y desconsolado no deja de llorar. ¿Qué hacer con tantas lágrimas?

 Al ser el depositario del amor político, el cuerpo de Maradona representa legítimamente el cuerpo social que no es propiedad privada de nadie.

Maradona está enterrado en el cementerio “privado” Jardines de Bella Vista ubicado en el partido de San Miguel. Por el momento sólo podrá ser visitado por sus seres más íntimos, los que se encuentran autorizados por su familia, que deberá decidir si accede a que el público pueda acercarse, poner una flor y despedirse. Diego está en un cementerio “privado” del amor de su pueblo y viceversa.

Democratizar esa parcela, hacerla pública permitiendo las visitas será una posibilidad de restituir las formas dignas de un ritual que debió tener lugar y no fue posible. Será también un acto de legítimo derecho al amor político, al ritual de la despedida para todxs y no solo para algunxs.

Nora Merlin
Psicoanalista

 
 


 





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