miércoles, 30 de septiembre de 2015

«¿OTRA PLANIFICACIÓN ES POSIBLE ?»









Muchas veces escuchamos frente a acciones de gobierno muncipales o centrales, y sus políticas públicas, o bien acciones privada en el mismo sentido, un latiguillo que nos inunda desde tiempo antiguos:

“AQUÍ  LO  QUE  FALTA  ES  PLANIFICACIÓN”

Adjudicando entonces: errores, daños colaterales, objetivos no deseados, respuestas a problemas resueltos a medias o bien no resueltos, a esa supuesta falta de planificación.

De nuestra parte, hemos aclarado muchas veces, a través de años, que no falta planificación, por el contrario sobra planificación: ¡está toda ahí!, simplemente se planifica para el capitalismo, se planifica para pocos, en detrimento del interés social de las mayorías. Se planifica para obtener mayores réditos económicos o de oportunidad en cada caso, sea esto en intervenciones mayores o mínimas.

En cambio, no existe una planificación dirigida a las necesidades de la población, sea esto en términos de salud, alimentación, transporte, inundaciones, temas tan disímiles que resultan poco admisibles para una visión desprevenida.


Como lo que nos convoca a esta jornada son justamente las inundaciones nos abocaremos a ellas, y la planificación de las mismas.

No busquen errores en el párrafo anterior, NO LOS HAY, estamos diciendo y lo vamos a demostrar, cómo, por acción u omisión, se planifica para tener más y mejores inundaciones, iremos viendo daños colaterales, a quiénes afectan, situaciones últimas no deseadas, muerte y destrucción dada por esta planificación.

Veámoslo en apretada síntesis:

Tomamos en cada cuenca donde habitan los participantes de este encuentro las causas comunes a todas, llevadas a cabo desde una planificación perversa.

Humedales que desaparecen, favoreciendo drenajes opuestos a leyes naturales del lugar, destruyendo conformaciones de millones de años.

Impermeabilización de tierras por sembradíos que vuelven poco porosas a las mismas, haciendo que la escorrentía aumente exponencialmente.

Drenaje de estas tierras contra Natura hacia los cursos cercanos, por medio de canales, cursos mecánicos y rellenos de areas bajas.

Estrechamiento de los arroyos y ríos no solo en su cauce visible, sino en el que no se quiere ver, su costa cercana, costa de inundación según manuales de millones de años,

Polderizaciónes y estrangulamiento infinito de estos ríos y arroyos,

Cientos, miles de hectáreas, elevadas artificialmente, en general correspondiendo a barrios privados rodeados de barrios históricos que quedan bajo nivel.

Planificadores de un supuesto atender al bien social, como Direcciones de hidráulicas varias, universidades, facultades, organismos en general, directamente relacionadas con estos temas, omitiendo cualquier intervención crítica, convalidando lo realizado con lamentables justificaciones o sin justificación alguna, lindando con el ridículo con sus disparatadas acciones.

Funcionarios que nos remiten al supuesto saber de grandes compañías que exponen planeamiento al servicio de “SUS” objetivos, tratando de convencernos de que en el saber de estos grandes grupos vamos a encontrar la solución al problema de las inundaciones… la historia no los acompaña en sus expresiones de buena voluntad, hacia estos grupos, fruto quizás de su ignorancia, o bien de otros intereses.

En general y para que el disparate sea aún mayor se trata de planificaciones con miradas unívocas, donde la sola apreciación ingenieril domina el accionar, una mirada contraria a todo saber que debe contener el conocimiento de lo multidisciplinario y el fundamental aporte de lo participativo de la sociedad. La voz del destinatario final, el pueblo, el usuario cotidiano, quien más conoce las necesidades y problemáticas, y hasta las mejores soluciones, nunca es escuchada.

Nada más acorde con el fin de un objetivo capitalista que la visión única fácil de acomodarse a cualquier circunstancia, no hay interacciones, participación, discusión, todo se resuelve en forma áulica y entre supuestos “entendidos”, el resultado será, como estamos acostumbrados a verlo, horrible, el daño esta hecho, el funcionario interviniente se va con lo suyo, las consecuencias las sufriremos por generaciones, no habrá a quién reclamar, todo quedará comprendido en el libro de necedades a satisfacer de estas compañías, atadas al solo efecto del beneficio de unos pocos.

ENTONCES, ¿QUÉ HACER CON POLÍTICAS PÚBLICAS QUE PERMITEN LA OCUPACIÓN DE CUENCAS DE RÍOS, DE ARROYOS, SIN PREVISIÓN ALGUNA DE MANTENER ESPACIOS VERDES ABSORBENTES, TODO EN ARAS DE ENTREGAR ESAS TIERRAS A LA ESPECULACIÓN INMOBILIARIA

Quizás la respuesta esté en volver a leer la definición de planificación...

"La planificación es un proceso de toma de decisiones para alcanzar un futuro deseado, teniendo en cuenta la situación actual y los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos".

Y continuar la definición aclarando que no se trata de cualquier objetivo sino aquel que haga al bien común, objetivos claros, transparentes, discutidos entre todos para llegar a aplicarlos en pos del declarado bien común

LA PREGUNTA ES ENTONCES:

«¿OTRA PLANIFICACIÓN ES POSIBLE ?»


Adolfo A. Rossi
arquitecto







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1 comentario:

  1. Creo que al editor le falla la definición, en la Argentina esa pieza se llama pitón, vienen circulares, abiertos, a escuadra y demás.
    Entrar a una ferreteria argentina a pedir una armella es un oximorón.
    Como me gusta mi idioma, que es el argentino y no el del imperio asesino y saqueador lo aclaro.

    ResponderBorrar

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