Antonio Elio Brailovsky es un ambientalista que en 2010 publicó Buenos Aires, ciudad inundable en la editora Capital Intelectual. En sus páginas dio pistas sobre varias de las causas por las que la ciudad capital se inunda una y otra vez. “Para la cuenca del Maldonado, uno de los templos es la construcción de la autopista Perito Moreno durante la última dictadura militar, cuando se atravesó el techo de canalización con las columnas de sostén a la altura de su cruce con la avenida Juan B. Justo; los escombros nunca fueros retirados y obstaculizan el normal escurrimiento de agua del arroyo en la entrada de la ciudad”.
También apuntó al auge de los barrios privados que rodean la metrópolis: “Tenemos un conjunto de urbanizaciones de lujo –vendidas como “parques náuticos”– en los humedales del Delta del Paraná. La estrategia de todas es la misma: construir en el pantano, sobreelevando una parte del terreno, para lo cual se toma tierra del fondo de una laguna interior. Estos proyectos carecen de un adecuado estudio hidrológico que garantice que no van a inundar a los vecinos, de modo que es probable que por lo menos algunos de ellos lo hagan”.
«En una sociedad que se fascina por unas cuantas toneladas de cemento, es fácil convencer a la opinión pública que la obra más grande será, también la más efectiva. Al esconder el arroyo bajo el entubado negamos su existencia y pudimos hacer enormes negocios inmobiliarios con cientos de miles de personas ingenuas que creyeron que la obra se había hecho para protegerlas.
»Por el contrario, un arroyo cualquiera se comporta en una crecida mucho peor si está entubado que si corre a cielo abierto. Las paredes del túnel, las columnas, el propio techo, frenan el escurrimiento y lo hacen mucho más lento que si lo hiciera en su cauce natural. Hoy el Maldonado inunda más que si no estuviera entubado. Y, por supuesto, inunda a más gente porque la falsa sensación de seguridad que dan estas obras, atrae más y más pobladores ingenuos que creen que la existencia de una ciudad hace desaparecer mágicamente los mecanismos de la naturaleza.
»El negocio de vender primero terrenos inundables y después obras sobre ellos fue tan rentable, que se repitió con los demás arroyos: Vega, Medrano, White, Cildáñez, según el mismo modelo de comportamiento. Y con los mismos escasos resultados...», dice Antonio Elio Brailovsky.
AUDITORÍA
La presidenta Cristina Fernández advirtió que es necesario conocer las causas estructurales que motivaron las inundaciones en La Plata y en la Ciudad de Buenos Aires, para determinar responsabilidades políticas y evitar que se repitan este tipo de tragedias. "Vamos a tener meses de reconstrucción como el año pasado cuando ocurrió el tornado para esta misma época", dijo la presidenta en cadena nacional, aunque advirtió que superada la emergencia "será hora de auditar qué es exactamente lo que pasó". Para ello, especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) pondrán en marcha una auditoría.
El subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Edgardo Bortolozzi, encabezó este viernes un encuentro en la UNLP a fin de establecer el cronograma y modalidades de trabajo de la auditoría técnica de la infraestructura existente, que llevará adelante dicha casa de altos estudios.
Como resultado de la auditoría se elaborará un informe técnico y diagnóstico de la tormenta del 2 de abril y sus consecuencias en La Plata: dicho informe estará terminado en 45 días y la Facultad de Ingeniería expresará su conclusión sobre lo acontecido y sugerirá cursos de acción, se informó oficialmente.
Así, a los efectos de realizar la tarea se conformó un comité integrado por una quincena de profesionales de la Facultad, encabezado por el director de la carrera, Sergio Liscia. También participan Pablo Romanazzi (profesor titular Hidrología), Miguel Mauriño (profesor adjunto Hidrología), Cecilia Lucina (profesora adjunta del Departamento de Hidráulica) y Enrique Angeben, (docente de Hidráulica Básica), entre otros profesionales especializados en la materia.
En un mensaje en el que anunció beneficios para los afectados, Cristina puso el eje tanto en La Plata, como en la Ciudad de Buenos Aires. En ambos casos sostuvo que una vez superada la emergencia que implica recuperar las viviendas y que la gente pueda volver a sus casas, se deben resolver "cuestiones de infraestructura que no tienen que ver con el fenómeno climático".
El comentario llegó en una jornada cargada de cuestionamientos políticos para el intendente de La Plata, Pablo Bruera, que arribó al sillón municipal con una campaña centrada en la necesidad de realizar obras hídricas para evitar inundaciones en la capital provincial.
Ayer las críticas apuntaban a que esas obras nunca se hicieron. La presidenta consideró que "es hora de ponernos a trabajar juntos y que cada uno tome la responsabilidad que le cabe". Después, Cristina dejó un mensaje para ambos distritos: "Hemos hecho una inmensa inversión en materia hidráulica en todo el país, pero necesitamos el mayor esfuerzo desde las provincias para articular las tareas."
El alcalde porteñó Mauricio Macri había justificado la falta de obras en su distrito en la negativa de la Nación a otorgar los avales para el financiamiento. "Si no se hubiese hecho el reservorio de Tecnópolis, 250 millones de litros de agua se hubieran volcado sobre el barrio de Saavedra, que se hubiera llamado Venecia o Atlántida", sentenció Cristina.
Fue en ese contexto en el que mencionó la situación del Barrio Mitre, que fue el más afectado en la Ciudad. "Es un barrio de trabajadores, es literalmente una palangana, entre un shopping y otros edificios que lo rodean", describió la presidenta.
Cristina hizo referencia a las acusaciones de los vecinos del barrio hacia el shopping DOT y anunció que se comunicó con el titular del Grupo Irsa, Eduardo Elsztain, –propietario del centro comercial– con quien mantendrá una reunión la próxima semana. "Los vecinos me hablaron de causas judiciales. Yo me comuniqué con el dueño del shopping, no estaba en el país, vamos a tener una reunión con él", indicó la presidenta.
DESIDIA EN LA PLATA
Tras el temporal que azotó La Plata, el ingeniero hidráulico de la universidad homónima Pablo Romanazzi dialogó con Radio Vorterix sobre las deficiencias en la infraestructura de la ciudad, que aseguró eran sabidas
“En 2008 habíamos presentado propuestas. Si hubiéramos tenido el canal del gato ensanchado, el agua se habría retirado más rápido”, afirmó.
Además, el platense relató su vivencia frente a la catástrofe: “Tuve que ir a rescatar a mis padres. Hace 42 años viven frente al hospital de niños y nunca se habían inundado”.
Romanazzi también señaló que la ciudad tiene problemas de drenaje “incluso con tormentas mucho menores que esta” y concluyó: “Cuando una crecida se monta sobre otra, es demoledor”.
Previo aviso
Hace 6 años, la facultad de Ingeniería presentó un plan de obras para prevenir inundaciones en La Plata. Preveía ampliar el entubamiento del arroyo del gato. Pero la Municipalidad lo ignoró. Y hace tres años agravó la situación al habilitar la construcción de torres, sin prever su impacto en los desagües.
El intendente de La Plata Pablo Bruera había sido advertido en varias ocasiones que la ciudad tendría problemas en los desagües si no realizaba obras y controlaba el crecimiento demográfico de la ciudad.
Según publicó el portal La Política On Line, ni bien asumió en el 2007 tuvo un completo informe del Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería de La Plata que determinó problemas de desagües en la cuenca del arroyo del gato, un curso de agua que forma parte del río Santiago y atraviesa San Carlos, Ringuelet y Tolosa, los barrios más afectados por la inundación.
La cuenca del arroyo del Gato tenía bajas y problemas de desagües, por eso la Facultad planeó su ensanche desde el puente del ferrocarril hasta la avenida 19. Además de evitar que se siga instalando gente sobre el arroyo.
Según pudo saber LPO, en 2005, la obra tenía un presupuesto ínfimo de 4 millones de dólares pero no se concretó.
El trabajo académico llegó a manos de Bruera pero nunca emprendió las obras ni logró que el gobierno bonaerense o el nacional las llevara a cabo. Tampoco se comunicó con la Facultad.
Otra advertencia que llegó al intendente fue la del desborde de los piletones de la avenida 32 que el martes volvieron a rebalsar y expulsaban agua en lugar de retenerla. De hecho, Bruera fue testigo de una inundación que tuvo a 90 mil damnificados.
Aunque recorrió en botas las zonas afectadas, Bruera rechazó el proyecto de ordenanza que propuso el FAP para regular el subsidio a los afectados por inundaciones, que hoy hubiera permitido entregarlos de manera automática como hace la Ciudad de Buenos Aires, que tiene una ley que los regula.
Además, en los últimos diez años la construcción creció como nunca antes en La Plata y la ciudad tranquila de casas bajos, grandes espacios verdes, edificios históricos y diagonales quedó casi en el olvido.
Los números del Colegio de Arquitectos de la Plata son elocuentes: tras la parálisis de 2001, entre 2003 y 2008 se construyeron 800 mil metros cuadrados. Y esa misma cifra se levantó en los últimos dos años.
En 2009, Bruera impulsó un Código de Ordenamiento Urbano que habilitó la construcción de más torres en la zona céntrica de La Plata.
Cuando el colegio de arquitectos y los concejales de la oposición consultaron sobre cómo se podría brindar servicios públicos a esa población y evitar que colapsen los desagües, Bruera no respondió.
Varias ONG lograron que la justicia suspendiera varios artículos del Código, pero vía apelaciones Bruera logró volver a tenerlo tal como lo redactó.
El casco urbano, diseñado para que las diagonales y las plazas se vean desde cualquier punto, tuvo algunos de los barrios más afectados por la inundación.
Uno de ellos es la Loma, a no más de 15 cuadras del centro geográfico, entre los desechos de los vecinos y las casas destruidas, pueden verse muchos edificios en construcción.
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