sábado, 10 de noviembre de 2012

HACIENDO TODO MAL BUENOS AIRES









Un informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires ya le había advertido al jefe de gobierno, Mauricio Macri de la importancia de llevar adelante las obras pendientes para evitar que algunos barrios de la Capital Federal se transformaran en un gran charco como ocurrió ayer. Pese a ello, las obras para aliviar inundaciones en los barrios de Belgrano, Villa del Parque, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas están paralizadas desde hace tres años, según un informe emitido en agosto por la mencionada Auditoría.

Además, y según informó el auditor de Buenos Aires, Eduardo Epszteyn, el gobierno porteño presentó para 2013 un presupuesto de sólo $ 26 millones para nuevas obras de infraestructura de la red pluvial, contra los 294 millones de este año.


PRESUPUESTO  CABA  =  26 < 294


La auditoría produjo un informe en el que aclara que de las cinco obras auditadas en 2011, todas incluidas en el Plan Director de Ordenamiento Hidráulico y Control de Inundaciones, tres de ellas no registran ejecución: las obras de la cuenca de los arroyos Ochoa y Elia, la cuenca del arroyo Erézcano y la cuenca de los arroyos Vega y Medrano. Esta última se encuentra en etapa de propuesta de preadjudicación desde mayo de 2009. "Sin reconocer las torpezas de la propia gestión señaladas por unanimidad en la Auditoría (incluidos los auditores del macrismo), el gobierno de Mauricio Macri le sigue echando la culpa al gobierno nacional ante cada inundación en esta cuenca", dijo Eduardo Epszteyn.

La Auditoría de la Ciudad señala en las conclusiones del informe 1.11.01 "Infraestructura de la Red Pluvial", que dicho instrumento legal –la Ley 3226– oportunamente propuesto por el Ejecutivo de la Ciudad y votado por el cuerpo legislativo, autoriza un mecanismo de garantía de financiamiento que no se adecúa a la normativa que regula el marco de aplicación del Convenio CCR-ALADI, propuesto como forma de financiamiento de la obra por parte del oferente. Epszteyn señaló que "a pesar de contar con el presupuesto más alto de la historia, Macri insiste con una licitación con financiamiento externo que se encuentra paralizada como consecuencia de la torpeza de su gobierno". Mientras "los vecinos siguen padeciendo las inundaciones ante cada nuevo temporal, el gobierno porteño ha presentado para 2013 un presupuesto para el área (sin el Maldonado) que no llega al 10% del previsto para este año", agregó el auditor.



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Cada día, Buenos Aires acentúa un poco más su perfil como ciudad inundable. El entubamiento de los arroyos de llanura cuyos cauces no pueden contenerse enteramente, la construcción de torres siguiendo la costa del Río de la Plata y otras, las sucesivas renovaciones de capas asfálticas que elevan el nivel de la calzada hasta el de la vereda son sólo algunos de los rasgos que parecen asegurar un horizonte de inundaciones recurrentes. Las soluciones técnicas que prometen los canales aliviadores y el boom indiscriminado de la construcción también.

“La única solución es terminar de construir. Y sin embargo no paran”, evaluó Guerrica Echevarría, de la Asociación Amigos del Lago de Palermo. “Todo lo que se hace es para acentuar el problema”, razonó. En la ciudad de Buenos Aires, “los arroyos son de llanura, por lo que hay muy poca diferencia de nivel entre el arroyo y el terreno. Todo río, todo cauce de agua, necesita un desnivel pronunciado para acelerar la salida del agua. Cuanta menos diferencia hay, más lento es el desagote”. Entubados, los arroyos porteños dependen de “aliviadores que van a mucha profundidad y tienen que levantar el nivel del agua para que salga al río”, que, por otra parte, cada vez queda más lejos: con el terreno ganado al río, la ciudad vuelve cada vez más distantes las desembocaduras.


Guerrica Echevarría señala que existe una lista de “impedimientos al escurrimiento” de agua caída, en la cual la profusión permanente de construcciones juega un rol fundamental. “Se impermeabiliza, se construye y todo a niveles más altos que las calles”, señala al explicar que el pozo necesario para la construcción de una torre usualmente se impermeabiliza, lo que evita el escurrimiento.




“De algún modo, todas las bases de las torres se convierten en impedimentos para que escurran las aguas. Son 20, 30, 40 metros impermeabilizados hacia abajo. Cuanto más alta la torre, más profundo el pozo donde está metido. Sobre la costa, hay toda una barrera de torres, empezando por Puerto Madero, el microcentro, Retiro, Recoleta, Belgrano. Ese cordón de torres, subterráneamente, constituye el dique al escurrimiento subterráneo de las aguas”.


Hoy día, “sobre el cauce de los arroyos está edificada parte de la ciudad, aun en las zonas que naturalmente son más bajas. Todo lo edificado a los costados de la avenida Juan B. Justo, que es el Maldonado entubado, está construido en zona baja. Tiende a inundarse porque hacia allí van las aguas de los lados más altos”. En los alrededores, para remediar eso, hay zonas que “podrían ser absorbentes, como la playa ferroviaria de Palermo, que podría convertirse enteramente en terreno para eso si también se eliminaran los paredones a los costados”.

Sin embargo, allí “se está haciendo lo contrario. Hay playas de estacionamiento y están empezando a construir, hay también hectáreas concesionadas para hacer una canchita de fútbol con césped artificial”. Un viejo proyecto vecinal, que alguna vez ingresó en la Legislatura porteña acompañado “con más de cinco mil firmas”, proponía “hacer un parque en la playa ferroviaria de Palermo, el proyecto LAGO PACÍFICO”, pero nunca avanzó. “El mayor problema era que resultaba muy barato”, aventuró Guerrica Echevarría.




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VIERNES 9 DE NOVIEMBRE... LLOVIÓ.




Bastó una hora ayer, viernes, entre las 12 y las 13, para que la lluvia inundara y anegase varios puntos de la ciudad de Buenos Aires, que aún siguen recuperándose del último temporal, el 29 de octubre pasado. Como aquel día, varios autos volvieron a ser removidos en la caudalosa calle Blanco Encalada, en el barrio porteño de Belgrano.

¡Historia repetida! Pasados por agua. Liquidación. Todo a 35 pesos”, decía una cartulina pegada en el escaparate de una tienda de ropa, sobre la avenida Cabildo. Allí, comerciantes y vecinos salieron a parar el tránsito, hasta que acudieron las policías Federal y Metropolitana. En otros barrios, como Palermo, Villa Ortúzar y Retiro, flotaban y se deshacían en el agua las bolsas de basura, que anoche se apilaban en varios barrios. Entre las 11 y las 16 cayeron, en total, 73,7 milímetros.

La tormenta sobre el área metropolitana causó ayer dificultades de tránsito en avenidas como General Paz, Libertador o Hipólito Yrigoyen, en Avellaneda, donde se circuló a baja velocidad con las banquinas llenas de agua. En algunos tramos de estas avenidas se transitaba por uno o dos carriles. En Libertador, cerca de la calle Virrey del Pino, había decenas de bolsas de basura sobre el boulevard. Varias escuadras de limpieza trabajaron sobre los sumideros, como parte de un despliegue de seiscientos operarios, según el gobierno porteño, que cubrieron la emergencia.

Blanco Encalada volvió a ser zona crítica por el arroyo Vega, cuyo aliviador está inconcluso: Macri acaba de recibir autorización de la Legislatura para endeudarse por 250 millones de dólares, con aval del gobierno nacional, para una obra que demandará al menos tres años. Sobre esa calle, en el tramo comprendido entre las avenidas Crámer y Cabildo, un vecino con una maza en la mano salió a detener el tránsito para evitar las olas y esperar que el agua drene después de alcanzar su punto máximo, que ayer sobrepasó el metro. Como en el temporal pasado, el agua entró en las verdulerías y los comercios de ropa, música y cotillón sobre esas cuadras, donde muchos locales tienen compuertas.

“Esta vez llamamos a la comisaría y vinieron a desviar el tránsito en Cabildo y Monroe y Cabildo y Mendoza. El gran problema son las olas, si no hay tránsito entra mucha menos agua”, dijo a este diario José Luis, de la zapatería Oggi. El temporal pasado, afirmó, lo dejó sin cien pares de zapatos de 350 pesos. “No pido indemnización al gobierno porteño, ni me gasto”, agregó. En otro negocio del rubro, Marta Sixto, todavía están con el papeleo de la inundación anterior. “Y tengo pendiente un pago de febrero, ni siquiera sé cuánto me van a dar”, afirmó Gonzalo, el encargado.



Marta Sixto se sumó ayer a esta segunda rueda de liquidaciones de los negocios cercanos a Cabildo y Blanco Encalada en menos de dos semanas. “Por suerte no llegamos a poner el piso nuevo de madera flotante. No lo hacemos de cerámica porque tardaría tres días y es mucho tiempo en momentos como éste”, agregó el encargado de esta zapatería. Muy cerca se ofrecían carteras con cincuenta por ciento de descuento en Bendito Glam, aunque no abundaba el público. En otras tiendas de ropa, las vendedoras salieron de short y ojotas a sacar el agua con secadores y trapos. Además de los camiones cisterna que llegaron a Belgrano para bombear agua, también acudieron a la zona un carro de bomberos de la Policía Federal con un gomón, una ambulancia, una cuadrilla de Edenor y varios móviles de la Defensa Civil porteña. “En toda la zona del arroyo Vega no hay un solo contenedor y las bolsas quedan en las calles y veredas tapando los sumideros. No es justo que los vecinos tengan que arriesgarse a sacar ellos mismos las bolsas de las bocas de tormenta”, denunció ayer el legislador porteño Adrián Camps, del Partido Socialista Auténtico.

Desde el gobierno porteño, desmintieron que la presencia de basura haya influido en la inundación de un sector de Belgrano. “El servicio de recolección se encontraba totalmente normalizado antes de la tormenta. La recolección se completó en toda la ciudad y en las esquinas críticas en zonas inundables se realizó un operativo especial de refuerzo”, afirmó el ministro de Espacio Público, Diego Santilli. Según los datos enviados desde esa cartera, desde el jueves pasado a las 13, hasta la misma hora de ayer, recolectaron 5386 toneladas de residuos.

En las paradas de colectivos que preceden a la estación de tren de Belgrano, una docena de palomas perforaban las bolsas negras y metían la cabeza hasta encontrar restos de comida y extraerlos con su pico. Al pie de varios eucaliptos de la avenida Santa Fe, entre el Jardín Botánico y Coronel Díaz, se veían muchas bolsas apiladas, al igual que en un acceso cerrado de la estación Juramento, de subte. Este servicio, informó Metrovías, estuvo totalmente interrumpido al mediodía en la línea C, mientras que las formaciones de la línea D no se detuvieron en la estación Scalabrini Ortiz, en el momento de lluvia más intensa, entre las 12 y las 13, cuando cayeron 31,7 milímetros.

Además de Belgrano, hubo anegamientos en Colegiales y en lugares puntuales, como la esquina de Juan B. Justo y avenida Corrientes, en Villa Crespo, y Crisólogo Larralde y Triunvirato, en Villa Ortúzar. También en la Villa 21-24, en el sur de la ciudad, por la subida de las napas, que provocó el ingreso de aguas servidas en las viviendas.



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1 comentario:

  1. El pasado 29.10.2012 en nota de la Asociación Lago Pacifico, tratabamos de aclarar las ya burdas mentiras del gobierno de la CABA sobre el supuesto buen funcionamiento de los túneles aliviadores del Arroyo Maldonado, decíamos que;

    “”Si la realidad “es” la del gobierno, podremos seguir negando a la naturaleza, impermeabilizando más la ciudad, edificando sobre las tierras del ferrocarril en: Caballito, Palermo, Liniers, y toda otra que encontremos libre para cumplir con los emprendimientos inmobiliarios, como se ha hecho con el arroyo Vega en Belgrano.

    Podremos resolver luego las inundaciónes con túneles, así la ciudad tenga un queso Gruyere por debajo, muchos, muchos túneles aseguran buenos negocios y terminar con las inundaciones

    Es una lástima que la naturaleza persista en su tozudez, una lástima también que el cambio climático sea una realidad, que ayer, entre otros, no solo se haya inundado el cercano barrio de Villa Crespo, al lado de la toma del túnel corto y bastante más allá, en la zona del Cid Campeador se repitiesen las inundaciones aún con mayor virulencia que la de años anteriores, todas áreas relativas al cauce del Maldonado y sus supuestos túneles aliviadores al igual que Palermo”””””

    Es decir, nos limitábamos a señalar porque NO FUNCIONAN, los túneles ya que funcionan como una “ U “, imaginemos solo el primer postulado a que nos lleva esto, si el río esta alto, ¿¿Cómo desaguarían los supuestos túneles aliviadores??

    La elemental prueba de esto esta dada por la pequeña lluvia de 22 mm en una hora del día 02.03.2008, que inundo Buenos Aires, que pasaba?, simplemente el río estaba alto, los arroyos NO podián desaguar, igual destino que para todos estos bochornosos túneles supuestos a desaguar en río alto.

    Este primer postulado que podemos ampliar nos deja estupefactos frente al “PERMISO DEL GOBIERNO NACIONAL”, para que la ciudad se endeude por 250.000.000 de dolares, para supuesto túneles aliviadores del arroyo Vega.

    Como el pasado 29.10 o el día de ayer 09.11.2012 en Palermo, que con lluvias menores a los 30 mm hora los túneles se comportaron como habíamos “pronosticado”, NO SIRVIERON PARA NADA, todo se volvió a inundar, así también se inundará Blanco Encalada con sus supuestos túneles aliviadores del Vega.

    A la nota que antecede le dejamos dos aclaraciones, nuestra Asociación llego a las 17.000 firmas favorables a la construcción del Proyecto Lago Pacifico, que como reservorio si hubiese resuelto el tema del Maldonado, también llego a las 42 firmas en legislatura de la CABA, o sea: era de tratamiento obligatorio en el recinto, nunca lo hicieron, ahí pudimos constatar para que sirve la legislatura de la CABA.


    ASOCIACIÓN VECINAL LAGO PACIFICO
    ROAC Nº 2028 – 21.11.2001 - 4779.0032-4832.4549-15.5887.1648
    lagopacifico@yahoo.com.ar

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