Primero fueron las dictaduras que articularon un plan represivo que actuó como disciplinador político, social y económico, y pusieron a los Estados nacionales en las manos de las transnacionales a través de fraudulentas deudas externas.
Luego, a partir del Consenso de Washington, el retiro del Estado de su centralidad en la vida social de los pueblos de Latinoamérica, ─transformándose en simple gerente de los intereses corporativos─ generó entre sus efectos negativos: extensión de la pobreza estructural, nueva pobreza, inequidad en la distribución de la riqueza, falta de capacidad de control y autocontrol de las actividades del Estado y del mercado (rendición de cuentas, regulación), crisis de representación, alto endeudamiento externo, etcétera. Ya no hacía falta la violencia represiva, el trabajo sucio estaba terminado, era hora de que el dios mercado reinara. Ese fue el caldo de cultivo para la aparición de ONGs y Fundaciones que, en muchísimos casos, fueron cooptadas por las ideas neoliberales y los intereses del mercado. Desde entonces, el enemigo es el Estado, los gobiernos, la política; nunca las empresas.
El sistema capitalista diseñó la globalización a su imagen y semejanza: oradando permanentemente los escollos gubernamentales que pudieran afectar las ganancias del mundo financiero y corporativo transnacional, destruyendo el Estado de Bienestar para transformar a la ciudadanía en consumidores cautivos.
QUE NO HAYA DISTRAIDOS, ESTE ES HOY UN PANORAMA MUNDIAL.
Los medios masivos de confusión fueron y son la herramienta fundamental para consolidar la tarea desarticuladora del Estado. En los 70, callaron y ocultaron activamente los crímenes de las dictaduras cívico militares, y fueron socios en grandes negocios (Papel Prensa) de la rapiña de sangre y desapariciones. En los 80 y 90, adoctrinaron a la población con las bondades de las privatizaciones, el ajuste fiscal, la poca o nula intervención estatal en la economía, la injerencia asfixiante de los organismos multilaterales de crédito. Todos sabemos cómo terminó la fiesta neoliberal: en Argentina, la implosión del 2001 con decenas de muertos en las calles del país. Hoy en Europa, las mismas recetas se
están aplicando con millones de desocupados y desesperanza generalizada.
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El 2013, año electoral, arranco con la prensa hegemónica corriendo por izquierda al gobierno nacional, y Greenpeace (cuya relación con los poderes centralizadas hace mucho está demostrada) culpa de todos los problemas ambientales a los gobiernos, callando los negocios y contaminación empresariales.
DE ESTO BASTANTE HEMOS HABLADO EN ESTE BLOG, DENUNCIANDO LA COMPLACIENTE ACTITUD HACIA LA COCA COLA EN EL RIACHUELO.
DICE GREENPEACE...
«Hace 5 años la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó una sentencia histórica que obliga al Estado Nacional, Provincial y de la Ciudad a limpiar el Riachuelo. El Gobierno Nacional, a través de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, es la autoridad máxima encargada del cumplimiento del fallo de la Corte, pero parece no estar tomando en serio esta medida. Queremos un Riachuelo limpio sin contaminación de una vez por todas y no más falsos anuncios…», dice Greenpeace. La ONG desconoce completamente la fallida gestión de Armella (sin hacer mencion a la delictual gestión del juez nombrado y sostenido por la CSJ), quien no renunció todavía ni ha sido destituido.
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Clarín denuncia : «Riachuelo: dicen que sigue tan contaminado como en 2008», pero en ningun renglón de la nota se explica que durante varios años, el juez federal de Quilmes, Luís Armella, fue el brazo ejecutor de la Corte suprema de Justicia (que no podía ignorar Quién era, en qué estaba, y qué hacía su representante), y en lugar de cumplir con el fallo Beatriz Mendoza y Otros, se encargó de hacer negocios millonarios con sus familiares como testaferros.
Más allá de las ineficiencias de la ACUMAR, y los planteos erroneos en cuanto al tratamiento de la contaminación producida por miles de empresas que vierten sus deshechos a la cuenca, lo cierto es que el problema es complejo, con muchos millones de dólares en danza, intereses inmobiliarios que quieren apropiarse de las tierras públicas para hacer copias de Puerto Madero, desplazando a los pobladores, comercios, empresas no contaminantes, galpones, industrias, y la navegación popular, para, en el mejor de los casos, llenar el río con yates y amarraderos vip cerca de lujosas oficinas y viviendas de miles de dólares el metro cuadrado. Business is business.
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La Nación denuncia: «Fondos para clientelismo, pero no para el Riachuelo», e inventa una realidad distorsionada: «La decisión de recortar los programas de saneamiento fue comunicada por el propio secretario de Ambiente de la Nación y titular de la Acumar, Juan José Mussi. Entre las acciones que ahora quedan literalmente en veremos figuran los convenios con AySA para terminar las plantas depuradoras de líquidos cloacales, la compra de equipos para el monitoreo del aire y la reforma del complejo comercial conocido como La Saladita. Por la falta de presupuesto también se ha cancelado el convenio con la Auditoría General de la Nación (AGN), encargada precisamente de la fiscalización de esas obras. Ante esa decisión del gobierno nacional, la AGN anunció públicamente que rechaza el fin del contrato de control de saneamiento basado en la falta de fondos y dispuso seguir ejerciendo esa actividad que le fue encomendada por sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación…».
Tampoco aquí aparece el juez federal de Quilmes, Luís Armella, brazo ejecutor de la Corte suprema de Justicia que incumplió los pedidos de sus superiores y se dedicó a enriquecerse. Para La Nación, la corrupción judial no existió, o la oculta, en su afan de preservar a la CSJ mientras desprestigia al gobierno nacional, lamentable experiencia transitada por países de América latina ahora mismo (Honduras, Paraguay, por ejemplo).
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Greenpeace, Clarín, La Nación, y otros medios satélites, son articuladores de un mismo discurso sesgado que pretende confundir a la población, atacando la gestión de la Presidenta, ocultando la corrución en el Poder Judicial, buscando quizás reemplazantes al actual gobierno dentro del tren fantasma de la oposicion (cuyos intereses estan ligados a los centros internacionales de explotacion de los pueblos de América latina), y protegiendo las ineficiencias de Daniel Scioli y Mauricio Macri, que podrían ser sus delfines para las presidenciales de 2015. La derecha siempre piensa a largo plazo.
Acumar sostuvo en un comunicado: “La ejecución del saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo, por primera vez en la historia se viene llevando adelante en forma permanente y constante, siendo una de las prioridades del gobierno nacional”... “Lo que realmente resulta asombroso es cómo se cargan las tintas sobre la gestión del gobierno nacional, que es la única jurisdicción del ente tripartito que viene cumpliendo ampliamente con todas las metas propuestas” y el giro de fondos. De acuerdo con el comunicado, “tanto el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como la provincia de Buenos Aires registran incumplimiento en los aportes que deben realizar a Acumar; aun así, los medios no cuestionan los gastos en playas artificiales o bicisendas sobrevaluadas”.
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