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Mientras la Ciudad de Buenos Aires se inunda cada vez que llueve, Mauricio Macri hace caso omiso a las necesidades ciudadanas y sigue gastando los dineros públicos en obras innecesarias, amparado en sectores reaccionarios de la población que piden seguridad, mano dura, represión y rejas en los parques.
Hace un tiempo que se ven unas construcciones amarillas en los parques, donde se toma la presión, sombrillas amarillas para tomar sombra, postas aeróbicas amarillas para tomar clases de como esguinzarse gratis, y otros inventos amarillos diseñados por la mercadotecnia electoral. Pero desde el gobierno PRO dicen que no tiene soluciones para el arroyo Medrano, por eso los vecinos se organizan y se movilizan.
En Saavedra, las aguas suben turbias, como en los distintos barrios porteños. Algo huele a podrido: son las alcantarillas sin mantenimiento, las cuencas abandonadas a la furia del mercado inmobiliario, los vecinos cautivos del servicio meteorológico, los espacios verdes al borde de la rapiña PRO, entre empresas amigas y funcionarios inescrupulosos.
Paraguas en mano, los vecinos de Saavedra protestaron por las inundaciones
Hay que tener en cuenta la mediocridad del Gobierno de la CABA para tratar de solucionar las inundaciones de esta zona y la de Begrano (Blanco Encalada) pidiendo plata al Gobierno Nacional, via el Banco Mundial, para repetir los costosos y comprobadamente inútiles túneles aliviadores, que como los del Arroyo Maldonado, no sirven para nada, todo se sigue inundando igual a pesar de que toda la prensa dice lo contrario
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