sábado, 31 de marzo de 2012

UNA CIUDAD PARA TODOS







La vida pide permiso detrás de un muro absurdo...



Donde había un paredón que haya una plaza, para encontrarnos...



Estructurar la comunidad y producir sus ambientes adecuados son dos aspectos inseparables de la misma cuestión. La democracia siempre necesita de la concurrencia...



Ampliar los lugares físicos del encuentro, crear proximidades y estimular la participación son los objetivos de una ciudad democrática; es el know how para construir los ámbitos de la sociedad urbana a "el ágora de Atenas".

Buscamos aportar a un consenso que incorpore a la legislación urbana el concepto de uso social del espacio público, es decir, al Plan Ambiental, Ley de Comunas y Código de Planeamiento Urbano.

Creemos que no habrá integración social sin espacio público. Estructurar la comunidad y producir sus ambientes adecuados son dos aspectos inseparables de la misma cuestión.

Dejar de pensar la ciudad como un aglomerado de llenos (edificios) y circulaciones para los autos. Sólo han transcurrido nueve décadas desde que el automóvil irrumpió en las calles de la ciudad, con un efecto disociador, desalojando a los peatones.

En la Argentina nacen más autos por día que personas (4.800 autos y 2.000 bebés) con el resultado lógico de que los humanos son desplazados por los autos.

La ciudad convertida en un gran estacionamiento en ambas márgenes de casi todas las calles. Es un conflicto. Es bueno para la economía que crece y da trabajo, malo para el uso del tiempo malgastado en el tránsito. Economía: del griego oikos: casa, y nomos: norma; significa distribuir con acierto no solo los bienes sino también el tiempo, material esencial de la vida.

El centro de Caracas está ocupado por un gran rulo de autopistas sin veredas al que llaman la araña. Cuando estuve allí no fue fácil encontrar un sendero desde el hotel hasta una librería para comprar un cuaderno de apuntes. Nos cuentan que en San Pablo hay familias que tienen dos autos que cuidan amorosamente pero no los pueden sacar.



También en Buenos Aires se ha perdido el programa de salir a pasear en auto. Recuerdo la Avenida General Paz bordeada por jardines, donde familias enteras desplegaban sus manteles y pasaban el día. ¿Fue realmente una mejora ensancharla anulando esos 50 kilómetros de plaza?
"Circule señor circule" insistía la policía durante las dictaduras. Veredas angostas, sin bancos facilitaban la circulación continua. Este escenario era el soporte del "estado de sitio": prohibida la reunión de más de dos personas. Las redes sociales amenazaban el "orden" y sus dirigentes eran torturados y desaparecidos. La gente se replegó a sus casas. Nos "soledaron", dice Alfredo Moffat.

La democracia necesita de la concurrencia y es menester pensar las escenas y sus escenarios en la ciudad; son los remansos urbanos verdes o playos como la Plaza Mayor de Madrid con un amplio lugar que invita a la reunión, cada puerta convoca a grupos con distintos intereses desde la filatelia hasta la política. También el skate y los patines son formas del encuentro a partir de la acción, como los juegos de niños en las plazas.

En esta era de sociabilidad virtual, el contacto personal adquiere una significación relevante, incluso terapéutica, en oposición al carácter evanescente de los vínculos interpersonales frente al monitor.


Buenos Aires tiene muchas menos áreas verdes que las necesarias: entre 3 y 6 metros cuadrados por habitante cuándo la OMS recomienda 10 metros cuadrados como mínimo y 15 como ideal, una meta que no podrá alcanzarse "embelleciendo" las plazas existentes con canteros y luminarias como plantea el jefe de gobierno de la Ciudad.

Las peatonales porteñas son apenas dos fideos angostos: Lavalle y Florida, donde se acumulan manteros, peatones, puestos de flores y de diario. Recientemente se peatonalizaron algunas calles del microcentro también muy angostas espacios para nada comparables con la rambla de Barcelona entre otros ejemplos. Las ciudades necesitan no sólo calles sino áreas peatonales facilitando el "encuéntrese señor, encuéntrese" en lugar del "circule señor circule".

Sería atractiva una lonja verde que atraviese la ciudad como en Arequipa, Perú. Pudo haber sido así el valle del arroyo Maldonado, lo entubamos (ningún río lo acepta) y lo aplastamos con cemento. También en Nueva York el Central Park tiene una gran zona sin monumentos, sin mástiles y sin árboles (la sheep meadow) que permite albergar grandes multitudes para recitales. En Buenos Aires podría lograrse en los terrenos de las vías de ferrocarril que la atraviesan a medida que estas se vayan soterrando. Proyectos de asociaciones barriales registran estas ideas y luchan por ellas.

Todo coexiste con la ciudad neoliberal, que se rinde a los brokers y al mercado inmobiliario como ya lo mencionamos en notas anteriores. También la ciudad dividida en norte y sur profundiza esta dualidad con escuelas públicas de mejores performance en la zona norte, con más plazas, mejores lugares para la recreación, esparcimiento y espectáculos públicos, más limpieza en sus calles , contenedores diferenciados en sus veredas.


PROPUESTAS.

La reconquista de la calle necesita la motivación de los habitantes, de su sentido de pertenencia barrial y de las convocatorias con el apoyo del gobierno comunal y organizaciones locales.

¿Por qué referimos esta cuestión a la escala del barrio?

Porque las escalas urbanas menores son las más propicias para los vínculos comunitarios. Otras dimensiones territoriales como el país, la región y las grandes ciudades, se refieren a conjuntos sólo abarcables desde una visión satelital. Se trata de un enfoque macro, imprescindible para la planificación, pero carente de contenido vivencial para los habitantes. Las escalas descendente: circunscripción comunal, barrio y vecindario, cumplen con ese propósito


¿QUÉ SIGNIFICA URBANIZAR UN BARRIO?

La idea que prevalece cuándo se habla de urbanizar un barrio es pavimentar calles. El pensamiento de la mayoría ha sido sometido al auto. "Llegar al 0 Km" parece ser una ambición universal.

Proponemos comenzar por las veredas, creando lugares intermedios entre lo público y lo privado; especialmente en los edificios de viviendas colectivas. Las puertas de las escuelas conforman el más pequeño de los ámbitos de asociación urbana, allí los padres se encuentran para recibir a sus hijos todos los días. El lugar debiera funcionar como el atrio de los templos en la antigüedad.

Ensanchar las veredas con bancos para descanso de los peatones como se hizo en Palermo. La gestión de Macri ha creado esos ensanches quitando superficie a la calle y entregándola a las veredas de los restaurants que sacan sus mesitas, lo que no está mal, sólo que podría usarse el mismo recurso para conquistar los remansos urbanos de los que hablamos. Puede haber vida sin comercio.




Promover los retiros en planta baja de los edificios nuevos y la cesión al público de la planta, de los que se construyan en las esquinas a cambio de permitir mayor altura de edificación, aplicando en esos casos una política compensatoria por la cesión que los propietarios hacen al público y al ambiente urbano.

Lograr el éxito de las acciones positivas ubicándolas en la dirección de los intereses comerciales es un desafío interesante, distinto al mero enfrentamiento y a la prohibición lisa y llana. El judo en lugar del box.

En Cuba, los capitales internacionales se asocian con el Estado, en el turismo, por ejemplo, con beneficios para ambos, quedando luego las inversiones en poder del pueblo cubano.

Habilitar patios en los centros de manzana con acceso peatonal, incorporando transitoriamente los terrenos baldíos y no permitiendo la colocación de las vallas de madera que sirven a la publicidad, serían otros objetivos a alcanzar.


Tal es el caso del terreno adyacente a la escuela Provincia de Mendoza (Escuela de Jornada Simple Nº 15, D.E. 14, en Juan Agustín García 1511) y a la plazoleta Raymundo Gleyzer en el barrio de la Paternal. El terreno se encuentra vallado y en él habitan las ratas que invaden la escuela y la municipalidad mientras los niños claman por un lugar donde jugar.




    El proyecto de expropiacion del terreno baldío duerme en la Legislatura porteña desde hace tiempo. Podría lograrse una plaza para el barrio, para la escuela Mendoza, para los chicos y padres.

    Los legisladores aprueban insulsos proyectos de declaracion... Mientras, la obra encerrando la escuela pública (¡que es alquilada!) Ya hay nuevo cartel de venta, anunciando que tiene proyecto de torre ocupando todo el terreno... ¡Proyecto aprobado!

    La sintesis es: Una escuela sin patio con terreno vacio al lado criando ratas, sin niños ni juegos.

    Un barrio: La Patenal. La necesidad de una plaza: la mas cercana está a 12 cuadradas, cuando según normas internacionales la distancia máxima de cuaquier vivienda a una plaza no debiera pasa las 5 cuadras (Si te fijás en la planta verás que la prouesta contempla las dos necesidades).


Es una tarea analizar el tejido barrial y detectar rotondas, calles cortadas, terrenos al costado del ferrocarril, etcétera. Recuperar la plaza como ámbito urbano donde transcurren los acontecimientos de la comunidad, donde pueden celebrarse las fiestas cívicas: 25 de Mayo, Día de la Soberanía, la celebración de fin de año, asambleas comunales, ferias, escuchar las orquestas, murgas, cine móvil o itinerante, algo que esta empezando a ocurrir en la pequeña plazoleta Raymundo Gleyzer que citamos más arriba, y en otros lugares de la ciudad.

En muchos partes del país se están construyendo los CIC, Centros de Integración Comunitaria, los construye el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y conforman ámbitos de integración e inclusión.


Sucedió igual en Europa. Después de la Segunda Guerra Mundial, en las ciudades europeas aparecían estos centros integradores que cumplían la función de ir rearmando la trama social.

Peatonalizar en forma periódica las calles revitalizando los centros del barrio, incorporando circuitos de paseos los días en que no hay autos. En Nueva York se publicaba en los diarios (1978) las calles y avenidas cerradas al tránsito y dedicadas a fiestas populares donde se probaba comida y se vendían productos artesanales y étnicos.

Estas calles son más anchas que nuestra peatonal Florida. Los tramos finales de la Av. Corrientes por ejemplo podrían ser propicios para la instalación de los manteros, previo consenso, en determinados días de la semana como ocurre en la Plaza Dorrego en San Telmo, organizada desde hace muchos años por el arq. José María Peña, director del Museo de la Ciudad.

Todos estos lugares donde discurre la vida social enhebran los encuentros que después se tejen en los ámbitos de la comunidad y este es un momento histórico porque la participación es estimulada desde la Ley de Comunas y en la Patria Grande con el proyecto nacional y popular que ha generado un tiempo de protagonismo de la política y de la juventud.

Se tiene que exigir lo imposible para que algunas cosas sean posibles.


arquitectos




    {N de la R}

    El arquitecto Rodolfo Livingston, vecino del barrio, junto a la arquitecta Nidia Marinaro, encabezan un hermoso proyecto para incorporar el terreno de la esquina de Donato Álvarez y Espinosa a la escuela 15, y a la plazoleta Raymundo Gleyzer.






Durante toda la nota hemos mostrado las imágenes y planos del proyecto. Sólo hace falta que el jefe de Gobierno porteño, , escuche ─cuando se apague el ruido de los motores del Super TC 2000─ el clamor y la necesidad de los vecinos.

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